PARÍS.- El presidente francés, Franois Hollande, suavizará significativamente su promesa electoral de gravar a los más ricos con un impuesto del 75% ante las fuertes presiones recibidas por la élite empresarial, informan hoy medios galos.
Según "Les Echos" y "Le Figaro", el borrador del gravamen que el Ejecutivo está preparando afectará a muchos menos contribuyentes de los que se habló en un principio: el impuesto, suavizado, gravará sólo a unos 1.000 hogares y sólo se aplicará a los ingresos procedentes del trabajo, no de la inversión.
Las altas esferas empresariales reaccionaron airadas ente la promesa de campaña de Hollande de imponer un impuesto del 75% a los ingresos anuales superiores a un millón de euros (US$ 1,26 millones), alegando que un gravamen así supone confiscar los ingresos de la gente.
Los medios franceses informaron recientemente de que varias compañías estaban considerando reubicar a sus altos ejecutivos en otros países para eludir el impuesto.
Ahora, según el nuevo borrador, el gravamen sólo afectaría a aquellas parejas cuyos ingresos conjuntos superen los dos millones de euros. Además, el impuesto incluiría dos gravámenes a la seguridad social, por lo que el tipo real sería del 67 por ciento, y habrá provisiones especiales para atletas y artistas.
El ministro de Trabajo, Michel Sapin, rechazó que el presidente socialista esté renunciando a su promesa electoral. "Estamos haciendo lo que dijimos durante la campaña", dijo a la televisión Canal+. "Todo aquel que gane más de un millón de euros al año tendrá que cotizar a partir de ese millón", declaró.
Para el Partido Comunista, cualquier concesión en cuanto al impuesto será una "malísima sorpresa" que enviará una "señal desastrosa" a los votantes de izquierda.