Emprendedoras reutilizan uniformes de empresas para crear nuevas prendas

SANTIAGO.- La sustentabilidad hoy también va en la ropa. Balanza es un proyecto que nace en respuesta a una creciente valorización de los consumidores hacia las marcas y productos que sean sustentables, entendiendo este criterio como un "imperativo estratégico", explican.

"Cada año, muchas empresas generan toneladas de desechos textiles al dar de baja los uniformes de sus administrativos y productos que ya no pueden ser comercializados. Si llegan a la basura, esas prendas demoran miles de años en degradarse. Y si terminan en la calle, la marca queda expuesta de forma indeseada", explican María José Celsi y Magdalena Hevia, las fundadoras del proyecto.

A partir de esta situación, Balanza ofrece un servicio donde los desechos textiles de las empresas –uniformes usados y dados de baja o productos que ya no pueden seguir siendo comercializados– son reutilizados para generar productos corporativos –como regalos de merchandising para sus clientes y/o empleados, complementos para proyectos de RSE, entre otros.

Hoy, por ejemplo, se encuentran trabajando con una aerolínea nacional como su primer cliente grande, reutilizando sus uniformes para crear nuevas prendas, pero no descartan nuevos clientes y aseguran que tienen algunos que aún no pueden revelar.

Tres objetivos

En base a una investigación respecto de las necesidades de los clientes, se diseñan y fabrican dichos productos, los cuales cumplen tres objetivos: Disminuir el impacto ambiental de la compañía, haciendo tangibles sus esfuerzos sustentables; involucrar a los empleados en una cultura organizacional medioambientalmente amigable; y controlar la imagen corporativa post uso, evitando que la marca quede expuesta al prevenir que dichos uniformes sean regalados y usados por personas externas.

"Se plantea trabajar en una forma inédita de reutilización textil, ya que a pesar de utilizar procesos similares a otras empresas de reciclaje y reutilización, la materia prima utilizada le otorga ventajas importantes", explican sus fundadoras y agregan que "una de ellas es la oportunidad de seriación que ofrecen dichos productos y los uniformes, lo que permite una manufactura industrializable, y por lo tanto, más competitiva en términos de costos".

"Otra, es el insight de que evidenciar a los uniformes en desuso como 'desechos fantasmas' de las empresas puede ser, más que una molestia, una oportunidad comunicacional para las compañías", añaden.

De la mano de la Asociación de Emprendedores de Chile, ambas socias han aportado con fondos propios al financiamiento del proyecto y además estiman que las proyecciones de ventas sean de $20 millones para el año 2013.

En relación a los precios, y "ya que cada proyecto es único y responde a necesidades específicas de nuestros clientes, los precios varían y responden a una negociación directa con al empresa", explican estas emprendedoras.