Wall Street abre con una clara orientación bajista y su principal indicador pierde 0,71%

NUEVA YORK.- Wall Street abrió hoy con una clara orientación bajista, y su principal índice, el Dow Jones de Industriales, caía un 0,71%, afectada por varios datos desfavorables sobre la actividad económica de EE.UU.

Media hora después del inicio de las contrataciones, este indicador perdía 95,53 puntos hasta las 13.390,44 unidades, mientras que el selectivo S&P 500 bajaba un 0,63% (9,07 puntos) y quedaba en los 1.438,08 y el índice compuesto del mercado Nasdaq caía un 0,59% (18,62 puntos) y se situaba en 3.117,98 enteros.

Las compras se adueñaron de los mercados neoyorquinos en un inicio de jornada debido a que tanto el Índice Económico de Gestión de Compras de la región manufacturera de Chicago (PMI, por su sigla en inglés), como el cálculos definitivos de la Universidad de Michigan relativos a la confianza de los consumidores arrojaron datos peores que los previstos.

Además, el día de hoy marca el final del trimestre, y en la que muchos inversores buscaron materializar los beneficios de un período favorable para las bolsas.

Wall Street tampoco recibió con mucho ánimo los resultados de los mercados extranjeros, ya que si bien en Asia había datos contrapuestos, los europeos marcaron una tendencia bajista casi unánime.

Prácticamente la totalidad de los títulos del Dow Jones de Industriales se instaló en el rojo.

McDonald's (-2,85%) encabezaba las pérdidas, seguido de Caterpillar (-1,46 %). Bank of America también caída un 1,17% después de que anunció un acuerdo para pagar 2.430 millones de dólares a cambio de cerrar una demanda colectiva planteada por un grupo de inversores.

Entre las únicas tres empresas del Dow Jones de Industriales que subían destacaba la tecnológica Cisco (1,41%), mientras que IMB aumentaba un 0,22% y General Electric un 0,18%.

En otros mercados, el petróleo de Texas bajaba hasta 91,79 dólares por barril, el oro ascendía a 1.776,90 dólares la onza, el dólar subía ligeramente ante el euro, que se cambiaba por 1,2863 dólares, y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a diez años bajaba al 1,61%.