PEKIN.- El responsable legal de la empresa china que el viernes fue sancionada por el presidente estadounidense, Barack Obama, por presunta amenaza a la seguridad de EEUU, acusó hoy al mandatario de tomar esa medida para ganar votos en las elecciones de noviembre, y señaló que la compañía apelará esa decisión.
"El bloqueo probablemente sirve para la campaña de Obama en busca de la reelección, o para proteger la industria eólica estadounidense", señaló a la agencia oficial Xinhua Zhou Qing, responsable de asuntos legales de Sany Group, de la que es subsidiaria Ralls Corporation, la firma sancionada.
Zhou añadió que Ralls "agotará todos los esfuerzos legales para recibir compensaciones" y enfatizó que la firma no supone amenaza ninguna para EEUU.
El pasado viernes se anunció el bloqueo, por decisión presidencial, de la compra de cuatro granjas eólicas en Oregón (noroeste de EEUU) por parte de Ralls, alegando que la operación planteaba una amenaza potencial para la seguridad nacional, al estar las plantas cerca de una base naval estadounidense.
Es la primera vez en 22 años que un presidente estadounidense toma una decisión en este sentido, en aplicación de leyes militares (la anterior en recibir tal sanción fue, en 1990, otra firma china, durante la Administración de George H. W. Bush).
Según la agencia Xinhua, la decisión de Obama se produce en el curso de una campaña electoral estadounidense en la que el Partido Republicano ha utilizado como uno de sus principales argumentos contra el actual presidente su falta de firmeza frente al creciente poderío económico de China.
El responsable legal de Sany argumentó, en este sentido, que las granjas eólicas eran de propiedad griega (Ralls las adquirió a Terna, firma con sede en Grecia) pero entonces la Defensa estadounidense no actuó, y sólo lo ha hecho en el caso de China, durante una campaña norteamericana en la que Obama y Mitt Romney parecen competir por ver quién tendrá más "mano dura" contra Pekín.
Sany, a través de Ralls, compró a Terna las plantas eólicas en marzo, y ya en abril tuvo que cambiar su emplazamiento a petición de la Marina estadounidense, ya que esta alegaba que los molinos afectaban a vuelos militares de entrenamiento a baja altura