BUDAPEST.- El economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Olivier Blanchard, cree que hará falta una década para superar la crisis financiera y económica que comenzó en 2008 y advierte de que reducir la deuda demasiado deprisa puede ahogara a la economía.
"Todavía no podemos hablar de una década perdida pero desde el estallido de la crisis seguramente deberá pasar al menos una década para que la economía mundial salga de ella", opina Blanchard en una entrevista que publica hoy el portal económico húngaro portfolio.hu.
El responsable del FMI explica que el elevado nivel de la deuda en muchos países de Europa es algo peligroso, porque podría llevar a los Estados a declarar impagos.
"Es incuestionable que debemos reducir la deuda", afirma.
En este sentido, pide que cada país encuentre su ritmo adecuado para reducir la deuda y advierte de que si baja a demasiada velocidad, se puede ahogar la economía, mientras que si la reducción es lenta, "los mercados no se lo toman en serio".
Al mismo tiempo, el economista opinó que "no sólo es necesario, sino aconsejable, que la inflación de Alemania sea más alta", lo que incrementaría los sueldos reales de los alemanes y, así, su poder adquisitivo.
Si, mientras se aplican los ajustes, el Banco Central Europeo (BCE) quiere mantener su objetivo para la inflación en el 2%, en los países céntricos debería situarse por encima de ese marcador, mientras que en la periferia europea tendría que estar por debajo, mantiene.
Según Blanchard, esta política no supone provocar una hiperinflación, ya que el equilibrio se mantendrá "gracias a las condiciones generales de la demanda y el compromiso del BCE con la estabilidad de los precios".
Respecto a la eurozona, Blanchard considera importante que se realice la unión fiscal y bancaria y que se decida a "dar un paso hacia adelante o atrás".
"Algo es seguro, no puede seguir donde se encuentra ahora. No creo que haya alguien que quiera dar un paso para atrás", subraya.
Blanchard también recuerda que, pese a que la atención ahora está en los problemas de Europa, otras regiones del mundo también enfrentan importantes retos.
Los problemas presupuestarios de EE.UU., los ajustes en las cuentas pública japonesas y la ralentización del crecimiento en China son algunos de los problemas que menciona el economista del FMI.