SANTIAGO.- Las puertas del XII Salón del Automóvil se abrieron puntuales al público este fin de semana. Fue el primero de la muestra, primer gran reto para los organizadores y los exhibidores. En días como éste, y pese a la lluvia, se recibe al grueso de los visitantes, del total de 180 mil previstos hasta el día 15. Todo está listo y hasta el más mínimo detalle se tiene en cuenta para que la gente disfrute, consulte y, tal vez, decida dar el paso y se compre un nuevo auto. Más de 7 mil personas trabajan con ese fin. Seguridad, limpieza, garzones, las chicas de imagen y por supuesto, los agentes comerciales de cada casa.
La mayoría del público sólo va a pasear y mirar. Se paran a ver los autos deportivos. Hay quienes se repiten. Ya estuvieron en la pasada edición y quieren seguir al tanto de las novedades del mundo del motor. "Es un magnífico lugar para comparar todo simultáneamente", afirma uno de los visitantes. "Tengo interés por ver los modelos que allá no hay’" nos comenta un turista Argentino. "Es un gran Salón, mejor del que tenemos allá". Además de turistas argentinos o brasileños, hay muchos "tuercas’ chilenos acompañados de sus mujeres y niños.
A la caza del regalo
Para los más pequeños, y los no tanto, cada marca tiene su detalle. Los hay que se pasean de puesto en puesto a la caza del merchandising. En Toyota tenían unas 2 mil pelotas y posters para regalar. Para distinguir al trabajador del visitante basta con fijarse en las bolsas o en si lleva cámara. El público se inmortaliza junto a los modelos más caros y las chica más guapas. Ellas son una parte importante del Salón. Trabajan durante 10 horas, con su mejor sonrisa. Foto va y foto viene, muchas de ellas incluso aprovechan para ponerse al día en cuanto a conocimientos de motor. Es un trabajo agradable y en el que pueden hacer contactos con otras agencias de cara a otros eventos. Alguna, incluso, confiesa que recibe proposiciones de amor.
Limpieza e imagen
Además de acompañar los autos de grandes bellezas, es importante que éstos presenten su mejor aspecto. La gente entra, sale, los manosea. Por eso cada marca tiene su personal encargado de acondicionar los vehículos. En Suzuki o Volkswagen tienen hasta 10 personas limpiando autos y quitando huellas cada 15 minutos. "Los gerentes son muy exigentes e insisten mucho en que mantengamos los autos brillantes", nos dice una de las limpiadoras.
Es esencial la presentación o el aspecto del vehículo, las luces e incluso la ambientación musical. DJ IVA pincha durante 12 horas al día en el stand de Mini. Es un trabajo duro, pero en el que se gana bien. La marca en cuestión quiere mantener un entorno moderno y atractivo que agrade al cliente. Para ello, en sesión continua, el progressive, el techno y los cañones de luces se funden mientras el visitante observa los últimos modelos.
Negocio
En definitiva todo el Salón es un gran escaparate (70 mil metros cuadrados) donde hay exhibidos cerca de 400 productos (o vehículos). Se puede comprar casi de todo. Desde camisetas, llaveros, gorras o gafas de sol a recambios, tecnología y autos, por supuesto. "Mucha gente pregunta. Mucha gente de fuera. Se vende, sobre todo después de terminar el Salón", asegura Marcelo, un agente comercial de Nissan que minutos antes atendía a una pareja interesada en el último modelo que ha presentado la marca. "Sí llegan con interés de comprar. Se llevan tarjetas y se hace un seguimiento del cliente durante la semana", cuenta Diego, de Toyota.
Las expectativas del sector son muy optimistas. Las cifras reales, habrá que analizarlas una vez terminada la exposición.