Una placa con el nombre de la petrolera estatal rusa Rosneft, en sus oficinas centrales en Moscú.
APLONDRES.- La petrolera británica BP firmó un acuerdo con la estatal rusa Rosneft para venderle su participación correspondiente al 50% en el negocio conjunto ruso TNK-BP, por unos US$ 26.000 millones, mientras que desde Rosnef aseguraron que ya habían adquirido el otro 50% de participación en TNK-BP, en manos del grupo oligárquico ruso AAR, por US$ 28.000 millones. Con esto se crea la mayor petrolera abierta a bolsa del mundo.
En un comunicado, BP precisó que, según los términos acordados, recibirá US$ 17.100 millones en metálico y un 12,84% de acciones en Rosneft. No obstante, la empresa británica quiere usar US$ 4.800 millones de los recibidos en metálico para adquirir otro 5,66% de títulos del Gobierno ruso en la compañía estatal, precisa en la nota.
Cuando se complete la transacción, algo que queda sujeto a la compra de esas acciones gubernamentales, BP tendrá el 19,75% en Rosneft (incluido un 1,25% que ya posee) y US$ 12.300 millones en metálico, además de dos asientos de nueve en el Consejo de Administración de la estatal rusa.
La empresa británica adquirirá las acciones del Gobierno ruso a un precio de ocho dólares por título, por encima de la cotización actual, algo por sobre los US$ 7.
BP adviertió a través de un comunicado que la firma del contrato definitivo y la finalización del proceso depende "de que el Gobierno ruso acceda a vender esa participación del 5,66% en Rosneft".
Se prevé que tanto esta transacción como el traspaso a la estatal rusa de las acciones de la británica en TNK-BP se completen el mismo día. Ambas empresas -BP y Rosneft- tienen ahora un período de 90 días para tramitar de forma exclusiva los contratos de compra y venta y, tras la firma de los acuerdos definitivos, el cierre de la operación estará sujeto a recibir la aprobación del Gobierno ruso y de los reguladores.
BP calcula que todo el proceso concluirá durante la primera mitad de 2013, y durante el año siguiente BP no podrá desprenderse de las acciones adquiridas en Rosneft, según el acuerdo de principios anunciado hoy.
Este acuerdo permite a la petrolera británica salir de TNK-BP, un negocio conjunto con unos oligarcas rusos que le ha presentado muchas dificultades. BP, que invirtió US$ 8.000 millones en TNK-BP cuando se creó en 2003, ha ganado US$ 19.000 millones en dividendos de la sociedad, pero también se ha visto inmersa en múltiples disputas con sus socios, agrupados en el consorcio Alfa-Access-Renova (AAR).
Rosneft negocia para tener 100% de la propiedad
Además de sus conversaciones con BP, la estatal rusa Rosneft negocia con los oligarcas rusos de AAR para tener la opción de adquirir también su 50% en el negocio conjunto por un valor similar, según adelantó la prensa.
El presidente de Rosneft, Igor Sechin, aseguró que el grupo AAR recibiría US$ 28.000 millones por el otro 50% de la participacipón en TNK-BP.
En tanto, el presidente de BP, Carl-Henric Svanberg, recuerdó que "Rusia es crucial para la seguridad energética mundial". "TNK-BP ha sido una buena inversión y ahora estamos poniendo nuevos cimientos para nuestro trabajo en Rusia", aseguró.
Por su parte, el consejero delegado de BP, Bob Dudley, afirma que la presencia en Rusia calza con la estrategia del grupo de estar presente en regiones "ricas en petróleo y gas". La compañía Rosneft tuvo una producción de 2,45 millones de barriles diarios en 2011, cuando sus ingresos fueron de US$ 10.800 millones, y tiene reservas explotadas del equivalente a 9.960 millones de barriles y otras por explotar de 8.390 millones.
Rosneft se ha erigido en la petrolera más importante de Rusia después de que el Kremlin le traspasara los activos de la mayor petrolera privada, Yukos, arruinada y nacionalizada tras demandas fiscales retroactivas y encarcelado por delitos económicos su propietario, Mijaíl Jodorkovski, declarado preso político por Amnistía Internacional.
El Gobierno ruso ha anunciado recientemente que en los próximos años se propone privatizar Rosneft, que junto a la gasística Gazprom es una de las compañías predilectas del presidente ruso, Vladímir Putin, acusado por Jodorkovski de estar detrás de la destrucción de Yukos.