La acrópolis de Atenas.
ReutersATENAS.- La flexibilización del mercado laboral, exigida a Grecia por la troika de acreedores, está dificultando el acuerdo con el Gobierno griego sobre el nuevo paquete de medidas de austeridad que la UE reclama a cambio de nuevas ayudas financieras.
Fuentes del Ministerio de Finanzas heleno explicaron hoy en Atenas que el responsable de la cartera, Yannis Sturnaras, pretende presentar al grupo de trabajo del Eurogrupo, que se reúne a partir de mañana en Bruselas, un compromiso del ejecutivo helénico respecto al acuerdo con la troika.
Ya la semana pasada, Sturnaras, el Primer Ministro Antonis Samaras y los jefes de misión de la troika llegaron a un principio de acuerdo sobre una serie de medidas para ahorrar a las arcas del Estado unos 13.500 millones de euros.
La idea era alcanzar este objetivo a través de recortes del gasto público y subidas de impuestos y una serie de reformas del mercado de trabajo destinadas a flexibilizar la contratación y el despido.
Entre las medidas exigidas por la troika destacan la ampliación de la semana laboral a los seis días, la reducción de las indemnizaciones y el tiempo de notificación por despido.
La intención del jefe de Gobierno conservador es someter a votación parlamentaria todas las medidas en un mismo paquete.
A Grecia le urge recibir el siguiente tramo del préstamo acordado con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, los dos partidos progresistas que sustentan al gobierno se niegan a apoyar esta reforma, al considerar que el coste del trabajo ya ha caído mucho desde el inicio de la crisis.
"Nosotros no votaremos a favor del paquete de austeridad si se incluyen las reformas laborales tal y como están propuestas actualmente. Se debe seguir negociando", explicó a Efe una fuente cercana al líder del partido socialista Pasok, Evangelos Venizelos.
Con sus 33 diputados, el Pasok es indispensable para que el Ejecutivo tenga una mayoría en el Parlamento.
La negativa de Pasok y de Dimar de votar a favor del paquete si éste incluye la reforma laboral ha abierto una crisis dentro del gobierno, que tenía pensado presentar en los próximos días el acuerdo al Parlamento.
De hecho, entre el domingo y el lunes, la coalición perdió a dos diputados (uno conservador y uno de Dimar) que manifestaron su intención de no secundar las medidas de austeridad.
Samarás hizo por eso un llamamiento a sus socios políticos para que se aseguren la disciplina de voto de sus respectivos grupos.
Para superar el punto muerto de las negociaciones, se ha convocado para hoy una reunión del gabinete de ministros.
Además, se especula con la convocatoria de una nueva reunión de Samaras con los líderes de Pasok y Dimar, y una teleconferencia entre el ministro de Finanzas y los representantes de la troika.
Una fuente de la Comisión Europea dijo hoy que la troika espera que Grecia se pronuncie definitivamente sobre el paquete de austeridad.
Para Bruselas la reforma laboral "forma parte" del paquete al completo, como parte de las reformas estructurales que Grecia debe acometer para recibir el siguiente tramo de ayuda financiera.
"El balón está en el tejado griego, que son los que tienen prisa. La troika no tiene fechas límite", aseguró la fuente.