ATENAS.- Los tres partidos que forman la coalición de Gobierno en Grecia se han dado hasta el domingo para resolver sus diferencias y cerrar el nuevo paquete de medidas de austeridad, exigido por la troika a cambio de más ayuda financiera.
El lunes se reanudará la reunión del grupo de trabajo del Eurogrupo, por lo que se negociará "hasta el domingo o el lunes", explicó hoy a Efe un portavoz de Dimar, el socio minoritario del Ejecutivo.
"Tal y como están planteadas las medidas (de reforma laboral) no podemos apoyarlas", afirmó.
El problema radica en que la troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea) exige que, junto a los recortes por 13.500 millones de euros, Grecia apruebe una reforma laboral, que rechazan tanto Dimar como el socialdemócrata Pasok.
El portavoz de Dimar explicó que las negociaciones continúan a dos bandas, entre los socios del Gobierno por un lado, y entre el Ejecutivo y la troika, por otro.
Independientemente del resultado de esas reuniones, el ministro de Finanzas, Yannis Sturnaras, aseguró ayer que el Gobierno iniciará la próxima semana la tramitación parlamentaria conjunta del paquete de ahorro y de la reforma laboral.
"Si no se votan las medidas, no se conseguirá el dinero de la UE y el FMI y nos enfrentaremos a un desastre económico y humanitario. Y como el sentido común indica que esto no debe ocurrir, las medidas serán adoptadas", escribió hoy el analista Zanasis Mavridis en la edición digital de la publicación económica 'Capital.gr'.
Algunos medios, como el diario "Kathimerini" o "Capital.gr" aventuran la posibilidad de que las medidas de flexibilización laboral se desliguen de la aprobación de los recortes, ante lo que la troika podría reaccionar con la entrega de sólo parte de los 31.500 millones del nuevo tramo del préstamo a Grecia.