SANTIAGO.- La crisis del virus ISA, que golpeó al sector salmonero chileno en 2007 y se mantuvo hasta mediados de 2010, provocó una caída del 20% de las exportaciones de salmón atlántico y la pérdida de casi la mitad de los 50.000 puestos de trabajo directos que genera esa industria en todo Chile.
Sin embargo, el salmón logró recuperarse, hasta el punto de que el año pasado superó los US$ 3.000 millones en exportaciones y ya proyecta alcanzar los US$ 5.000 millones en envío para el año 2016, según datos proporcionados por la asociación de salmoneros industriales, SalmónChile. Tales cifras están bastante por sobre los US$ 2.249 millones de 2007 y los US$ 2.475 millones que se consiguieron en 2008,
En lo que va de 2012, ya se han exportado más 312 mil toneladas de salmón y trucha chilena al extranjero, un volumen destacado si se compara con las 384 mil toneladas que en total se exportaron en 2011. Según María Eugenia Wagner, presidenta de SalmónChile, “la industria ha ido recuperando los niveles de producción previos a la crisis del virus ISA. Todos los esfuerzos están hoy centrados en hacerlo de forma sustentable y para ello es fundamental el cuidado del activo sanitario: El agua que compartimos”.
Mercado laboral en repunte
Durante la crisis del virus ISA, más de 15 mil personas perdieron sus puestos de trabajo, de los 32 mil empleos directos que genera el sector en las regiones sur australes.
“Hoy nos estamos recuperando. En términos de empleo nos hemos ido acercando a los niveles previos a la crisis, es decir cerca de 30.000 trabajos directos, lo que se ve reflejado en las bajas tasas de desempleo que presentan en la actualidad las comunas salmoneras como Puerto Montt, Calbuco y Puerto Aysén por ejemplo”, explica Wagner.
A esto, hay que sumar toda la actividad que se genera en torno a la industria. De acuerdo a los datos de SalmónChile, casi un 70% de la gente menciona haber tenido alguna relación laboral directa o indirecta con la industria ya sea porque trabaja o trabajó en ella o en la industria proveedora, o porque alguien de su familia lo hace. “Sin lugar a dudas, el impacto de la industria en las posibilidades de desarrollo de la región es sustantivo y es algo que hay que cuidar”, asegura la presidenta de SalmónChile.
Según destacan en la institución, el nuevo modelo productivo del sector requerirá un mayor desarrollo profesional, donde los jóvenes técnicos y universitarios de las regiones del sur tendrán un rol protagónico. “Vamos a fomentar su participación en la industria a través de una serie de programas que estamos trabajando en conjunto con el Gobierno”, indica Wagner.
El futuro del salmón
“Esta industria tiene mucho futuro pues a nivel mundial hay un mercado creciente para nuestro salmón”, comenta María Eugenia Wagner, quien agrega que “la demanda por proteínas sanas en el mundo va en aumento y las proyecciones indican que es una tendencia que vino para quedarse”.
El pescado –que es la proteína sana por excelencia y el salmón en particular que destaca por su alto contenido de Omega 3–, “tiene condiciones especiales que permiten su cultivo y pocos lugares tienen esas características. Hoy somos el segundo productor de salmón en el mundo y lo que tenemos que hacer es preocuparnos de hacer las cosas bien para así construir una industria sustentable y con visión de futuro, que genere valor al país y sobre todo para el sur de Chile y su gente”, concluye Wagner.