Archivo de El Mercurio
CIUDAD DE MEXICO.- La organización civil Tribunal Permanente de los Pueblos solicitó a la Suprema Corte de Justicia de México detener la edificación de represas en territorio de ese país y revisar los impactos que han causado.
De acuerdo con un informe presentado por la organización no gubernamental a la Suprema Corte, al menos 185.000 personas indígenas han sido desplazadas de sus hogares por esas estructuras hidroeléctricas.
La entidad recomendó revisar la política energética de México con el objetivo de establecer una estrategia que reconozca y proteja los derechos humanos, individuales y colectivos "reconocidos en el orden jurídico mexicano e internacional".
El Tribunal Permanente de los Pueblos se define como un "tribunal ético" y que busca "privilegiar los derechos de los pueblos" en temas como agricultura, migración, deforestación y violencia contra mujeres y comunicadores, informó Magdalena Gómez, del Consejo de Garantes del Capítulo México de la organización civil.
La dirigente dijo que la agrupación elaboró un documento que incluye recomendaciones para el Estado mexicano en materia de construcciones que fue presentado a la Corte mexicana. "En algunos casos se exhorta a considerar la cancelación de algunas presas", explicó.
Miloon Kothari, ex relator especial de Naciones Unidas sobre el derecho a una vivienda adecuada, dijo que la ONU documentó una "violación sistemática de los derechos humanos de las personas afectadas" por la construcción de presas desde hace 40 años en México.
Maude Barlow, ex asesora principal sobre el agua en la Asamblea General de la ONU, señaló que recientemente recabó "testimonios horribles" en Temacapulín, Jalisco, un pueblo que será "inundado" por la construcción de la presa El Zapotillo.
"Hemos escuchado historias muy fuertes de torturas y de cárcel entre las personas afectadas", dijo Barlow que describió a las presas como "amenazas" para los pueblos.
Los casos de comunidades desplazadas, según la organización civil, son los de las presas Paso de la Reina y Cerro de Oro, así como la ampliación de esa misma presa en Oaxaca; La Parota, en Guerrero; Las Cruces, El Cajón y La Yesca, en Nayarit; El Naranjal y Zongolica, en Veracruz, y El Zapotillo y Arcediano, en Jalisco.