LONDRES.- Las autoridades británicas investigan una supuesta manipulación de los precios en el mercado mayorista del gas en la que podrían estar implicadas grandes compañías, según confirmó hoy el Gobierno.
En una comparecencia parlamentaria, el ministro británico de Energía, Ed Davey, dijo que la Autoridad de servicios financieros y Ofgem, regulador británico del sector de la energía, examinan denuncias de falsificación de precios entre compañías.
Davey tuvo que comparecer con urgencia después de que el asunto de la supuesta manipulación del mercado apareciera hoy en el periódico "The Guardian".
Según el rotativo, las pesquisas por parte de los reguladores se iniciaron tras recibir información de Seth Freedman, un empleado de una empresa intermediaria de estimación de precios, ICIS Heren, que descubrió actividades sospechosas el pasado septiembre.
Concretamente, Freedman -relata The Guardian- percibió que varios intermediarios de empresas gasísticas ofrecían estimaciones de precios a la baja el 28 de septiembre, un día importante para el sector porque acaba el año fiscal.
Por ahora no se sabe exactamente en qué consistía la presunta manipulación, más allá de que posiblemente los autores esperaran obtener algún beneficio económico con la falsificación de los precios.
Estos precios estimados en el mercado mayorista se utilizan como referencia para muchos contratos, por lo que cualquier variación puede suponer un ahorro o un sobrecoste para las compañías. Según Davey, que fue informado del caso el pasado viernes, el Gobierno de David Cameron "se toma muy en serio" las acusaciones y "actuará con firmeza" para que los responsables rindan cuentas.
"Es mi trabajo proteger a los consumidores, sobre todo los más vulnerables, que son los que más sufren si se cometen abusos en los mercados", declaró. El ministro no descartó que, si se corroboran las denuncias, los autores, individuos o empresas, sean procesados penalmente, aunque también podrían enfrentarse a multas, dependiendo del tipo de delito.
El tema es muy sensible en el Reino Unido, donde las empresas de energía son cuestionadas por sus frecuentes subidas de los precios al consumidor, que achacan al encarecimiento del gas en el mercado mayorista.
El Gobierno prepara actualmente una nueva normativa que obligará a las compañías a simplificar sus facturas y a informar claramente a los clientes de sus mejores ofertas.En cuanto a la supuesta manipulación denunciada, las seis grandes empresas de gas y electricidad que operan en el Reino Unido, entre ellas la francesa EDF, British Gas y Scottish Energy -propiedad de la española Iberdrola-, han negado que hayan abusado de un mercado valorado en 300.000 millones de libras (US$ 477.000 millones).