BUENOS AIRES.- Según publicó el diario trasandino El Cronista, en un año que evidenció una contundente desaceleración económica, y donde las estimaciones hablaban también de una fuerte caída en los niveles de crédito al consumo, los primeros números de noviembre traen aparejados cierto alivio y un dato no menor: El consumo con tarjetas de créditos se ha elevado.
Las compras con estos plásticos, visto como el stock de préstamos que los bancos mantienen con el público, marcaron una recuperación importante. El fenómeno es relevante porque el crédito al consumo representa el 45% del total. En tanto, el consumo apuntala el crecimiento económico.
En rigor, según señala el medio argentino, la utilización de los plásticos amenaza con ser uno de los únicos pilares en los cuales se apoye buena parte de la performance del crédito al consumo, teniendo en cuenta que tanto las líneas de préstamos personales como las de prendarios mantienen una tendencia declinante.
El número no deja de impresionar. Según los últimos registros del Banco Central, en los últimos 12 meses, las entidades financieras generaron (y mantuvieron) un stock de préstamos con tarjetas que ya se encuentra en los $ 54.078 millones (unos US$ 11.242 millones) al 12 de noviembre, lo que implica un nivel 51% superior a las cifras registradas en el mismo período del año precedente.
Sin embargo existe una segunda lectura que debe hacerse, recomienda El Cronista. En septiembre del corriente año, por ejemplo, el crédito al consumo –conjunto de líneas que conforman los préstamos personales, prendarios y tarjetas de crédito– se había desacelerado en forma preocupante: si bien mantenía un crecimiento, el número apenas pasaba el 36% contra un nivel muy superior en 2011.
En aquel momento, en el desagregado, los préstamos personales habían aumentado apenas un 32% interanual frente al 48,79% del año precedente mientras que los prendarios se habían desacelerado del 76,52% al 34,65%.
Hoy, los préstamos personales incluso arrojan un crecimiento menor del 27% interanual, mientras que los prendarios apenas evolucionan un 30%, por lo que puede decirse que siguen perdiendo nivel.
También hay que mencionar que los datos de 2012 siempre están cotejados contra los muy buenos niveles de 2011, un año electoral en que la economía creció y se estimuló el consumo, algo que, se especula, bien podría volver a pasar en 2013.
De todas formas, el 46% de suba compara contra una inflación que lima una parte de ese crecimiento en términos reales.
Si bien en el segundo semestre siempre se tiene una tendencia estacional a la suba, fue recién este mes que comenzó a verse una recuperación que no habíamos tenido ni en agosto ni en septiembre, dijo un operador de la mesa de dinero de un banco extranjero que prefirió no ser nombrado.
Los préstamos al consumo son sensibles a las expectativas y ahora podría ser que muchas más personas piensan que el 2013 será mejor desde el punto de vista económico, dijeron en otro banco privado también off the record.
Sigue una tendencia creciente de preferencia el circulante, está cerca del 40%, el más alto de la serie. Hoy se consume, pero moderadamente. Las tarjetas están teniendo un año discreto. El dinero circula, pero en efectivo, con compras más cautas, sostuvieron.
Para los especialistas, al margen de las promociones y los descuentos que las entidades bancarias suelen otorgar para incentivar el consumo con tarjeta hay que agregarle, este año, un rasgo particular, el que muchas familias han utilizado las tarjetas para pagar gastos corrientes, en lugar de financiar algún consumo puntual.