BRUSELAS.- Los ministros de Economía y Finanzas de la UE intentarán mañana llegar a un acuerdo sobre los textos legales que permitirán a la eurozona crear el supervisor bancario único, pese a las diferencias sobre varios aspectos que persisten entre los países del euro y los de fuera del área de la moneda única.
Las reticencias por diferentes motivos del Reino Unido, de Alemania y de Suecia, pero también de varios países de Europa del este, como la República Checa, Polonia, Hungría y Bulgaria, dificultan un consenso, por lo que el asunto podría ser referido directamente a la próxima cumbre de líderes de los días 13 y 14.
Los líderes europeos acordaron en la última cumbre ordinaria de octubre aprobar antes del 1 de enero de 2013 el marco legal para la creación del supervisor bancario único y desarrollar su capacidad operativa a lo largo de ese año, pero dejaron abierto el calendario y la fecha para la recapitalización directa de la banca.
Entre los obstáculos figura sobre todo el equilibrio entre los países del euro y los de fuera de la eurozona en la toma de decisiones en la Autoridad Bancaria Europea (ABE) y en el Banco Central Europeo (BCE) para evitar discriminaciones.
En el primer caso, el Reino Unido quiere tener más poderes, dado que la ABE, con sede en Londres, seguirá definiendo los estándares técnicos para la supervisión bancaria.
El Reino Unido teme quedar en minoría en este organismo regulador, que toma sus decisiones por mayoría cualificada, si la eurozona y los países del euro se unieran en su voto.
Para remediar este problema, el Parlamento Europeo propuso una doble mayoría, es decir tanto los países del euro como los que no tienen la moneda única tendrán el mismo derecho de voto, lo que también significa que podría haber bloqueo.
El otro problema es la participación de los países de fuera del euro en el supervisor.
La solución prevé la creación de un consejo de supervisión en el que estén representadas todas las autoridades supervisoras de la zona euro y de aquellos países que deseen formar parte de este mecanismo de supervisión bancaria único.
Estos últimos tendrán el mismo derecho a la participación y voto que los Estados de la eurozona.
Las decisiones del consejo de supervisión bancaria deberán ser asumidas y consideradas operativas por acuerdo tácito por el consejo de gobernadores del BCE, en el que no tienen representación los países que no comparten la moneda única.