MADRID.- España recibirá la próxima semana el primer pago del rescate europeo a la banca, cerca de US $51.746 millones para recapitalizar las entidades nacionalizadas a cambio de una profunda reestructuración y la creación de un "banco malo".
El Ministerio de Economía prevé que el próximo 12 de diciembre el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) transfiera al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) US $51.058 millones, que se devolverán con un interés inferior al 1 %.
De esta cifra, los cuatro bancos nacionalizados recibirán 36.965 millones, de los que casi la mitad, US $23.234 millones, irán a Bankia, mientras que US $7.018 millones serán para Novagalicia; US $11.746 millones para CatalunyaCaixa y otros US $5.821 millones para Banco de Valencia.
Habrá también una trasferencia de hasta 2.500 millones para la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), conocido como el "banco malo".
Además en el futuro se sumará una tercera partida, próxima a los US $3.234 millones, que se destinará a aquellas entidades bancarias que, sin estar nacionalizadas, necesiten ayudas y vayan a transferir sus activos al "banco malo" en el primer trimestre de 2013.
El pasado 3 de diciembre el Eurogrupo dio el visto bueno final al desembolso del primer tramo de la ayuda, después de que la Comisión Europea y el BCE constatasen en su informe sobre la primera revisión del rescate a la banca que España ha cumplido todas las condiciones.
El Memorándum de Entendimiento (MoU) que España firmó con sus socios europeos tras solicitar la ayuda a la banca, obligaba a acometer una profunda reestructuración del sector y a crear un "banco malo" con los activos "problemáticos" de las entidades.
En este sentido, el 28 de noviembre la Comisión Europea aprobó ya los planes de las cuatro entidades en manos del Estado, que deberán reducir sus balances respecto a 2010 en un 60 % en los próximos cinco años, lo que implicará despidos y cierre de sucursales.
En cuanto al segundo de los compromisos, el "banco malo" -Sareb- quedó constituido oficialmente el 30 de noviembre con el Estado como único accionista y está previsto que antes de que acabe el año reciba los activos de las entidades nacionalizadas.
Para que esto sea posible se creó una sociedad promotora con un capital social de US $77.619, que se ampliará para dar entrada a los socios privados y para empezar a comprar los activos.
El capital de Sareb será mayoritariamente privado, especialmente gracias al apoyo de la gran banca, con la duda de BBVA, y de las aseguradoras, representadas por Mapfre, Mutua Madrileña, AXA, Catalana Occidente, Pelayo y el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS).