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India busca sostener su sueño de desarrollo en plena incertidumbre económica

Entre enero y marzo, el país anotó su crecimiento trimestral más bajo en nueve años, un 5,3%. Junto a otros débiles indicadores, las estimaciones se han revisado a un 5,7% para todo el año fiscal.

12 de Diciembre de 2012 | 09:55 | Efe
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La economía de India no s´polo se ha visto afectada por sus bajas tasas de crecimiento en los últimos períodos, sino también por una alta inflaciín que llegó a 7,8 en septiembre.

Reuters

NUEVA DELHI.- Con un crecimiento desacelerado por la crisis internacional, el Gobierno indio buscó en 2012 la manera de impulsar la complicada economía del país con una batería de polémicas reformas en las que se juega su crédito político.


La primera década del siglo fue en lo económico muy próspera para la India, que llegó a promediar tasas de crecimiento del 8% y 9% en los tres ejercicios fiscales previos al inicio de la crisis financiera global, pero ahora se enfrenta a su peor momento en años.


Entre enero y marzo, el país registró su crecimiento trimestral más bajo en nueve años, un 5,3%, y el 5,5% obtenido en el trimestre siguiente y otros débiles indicadores han llevado a revisar las estimaciones de crecimiento hasta un 5,7% en todo el año fiscal.


Preocupantes cifras


"Es el crecimiento más bajo de la época contemporánea", afirmó el pasado mes de junio el entonces ministro de Finanzas y actual presidente del país, Pranab Mukherjee. Los últimos datos disponibles (trimestre abril-junio) sugieren que sólo los servicios tiran de la maltrecha economía india (+7,4%), frente a una industria anémica (+0,8%) y el tradicional mal resultado del sector agrícola (+2,9%), aún por modernizar.


La agricultura india representa menos de un quinto del producto interior bruto del país, pero ocupa a dos tercios de los trabajadores, de ahí que el monzón inicialmente débil de este año hiciera saltar las alarmas en prensa y autoridades.


El mejor indicador de la desaceleración es en cambio la débil producción industrial: en el período abril-agosto sólo creció un 2,7%, y el fundamental sector manufacturero, que supone el 75% del índice, se mantuvo en crecimiento cero. Y la India tampoco se libra de otros indicadores preocupantes, como la caída de las exportaciones, fruto de la débil demanda externa (-6,8% en el período abril-septiembre), la alta inflación (en torno al 7%) o los déficits fiscal y comercial.


"Hay una amalgama de indicadores más débiles, peores datos de ahorro e inversión o el aumento del déficit o la inflación, que han reducido nuestro crecimiento potencial en un punto en un año", asegura el Banco Central de la India (RBI) en su último informe.


Hasta hace poco, el RBI había hecho del control de la inflación -con una "tendencia al alza en los últimos meses", del 7,8% en septiembre- su principal obsesión, pero ha tenido que matizar su restricción de liquidez para no dañar más el crecimiento económico.


"En nuestra opinión, el Banco Central debe intervenir y bajar los tipos de interés", afirmó recientemente el jefe de la Confederación de Industria india, Chandrajit Banerjee, que alertó de que la desaceleración industrial "no ha tocado fondo".


En los últimos meses, la maltrecha situación económica -coronada con un déficit del 5,1% y en visos de aumentar- ha sido acogida por un coro de voces que acusaban al Gobierno indio de inacción, incluso con críticas veladas en el último informe del Banco Central.


"Movimientos inadecuados en los frentes de política e implementación han empeorado el clima inversor, que ya había sufrido debido a las incertidumbres globales y el momento cíclico en India", afirmó la institución.


Tras meses de dudas, en parte debidas a su dependencia de socios regionales opuestos a la liberalización de servicios, el Gobierno salió al paso de esas críticas el pasado mes de septiembre, con el anuncio de reformas en el sector comercial y de inversión. "Nuestra prioridad debe ser lograr un rebote del crecimiento entre octubre y abril. Necesitamos coraje y tomar algunos riesgos, pero debemos asegurarnos el éxito. El país no se merece menos", afirmó en aquel momento el primer ministro, Manmohan Singh.


Las medidas, que según el Banco Central suponen un "cambio significativo de dirección", incluyen una mayor tolerancia a inversiones extranjeras en los sectores de las pensiones, los seguros, el comercio minorista multimarca o la aviación.


Las inversiones extranjeras han registrado un repunte desde entonces, pero el movimiento reformista implica riesgos políticos evidentes para el Gobierno del Partido del Congreso, porque ha causado malestar en algunos de sus aliados regionalistas. Aunque por ahora el Ejecutivo cuenta con suficientes apoyos en el Parlamento, la pugna abierta entre quienes defienden abrir la economía y quienes prefieren mantener subsidios y un papel activo del estado podría llevar a un adelanto de los comicios del año 2014.

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