BRUSELAS.- Varios líderes de la Unión Europea (UE) expresaron hoy su confianza en poder "calmar" los efectos de la crisis económica en 2013 y pusieron de relieve que ya han sentado bases importantes para combatirla, como la unión bancaria.
"Hemos hecho un buen trabajo en 2012 que nos permite tener confianza en 2013", indicó el Presidente de Francia, François Hollande, a su llegada a la segunda jornada del Consejo Europeo que se celebra en Bruselas.
Hollande subrayó que "tenemos la responsabilidad de crear una Europa más solidaria y fuerte. Que no haga de sus dificultades un espectáculo ante el mundo. Creo que esa época ha terminado".
"Ya hemos tomado muchas decisiones, incluido fijar los principios para una supervisión bancaria, el deseo de profundizar en una unión económica y monetaria, y habernos dotado de los mecanismos para lograrlo", enfatizó.
El Primer Ministro finlandés, Jyrki Katainen, afirmó que en la primera jornada de la cumbre los líderes siguieron anotando avances hacia la unión bancaria y debatieron cómo seguir adelante.
"Pero no hay prisa por llegar tan lejos demasiado rápido", dijo, al tiempo que comentó que la siguiente fase en ese camino es "muy importante" y "todavía hay muchos asuntos que siguen abiertos", para lo que quieren fijar una agenda de trabajo.
Para 2013, confió en poder "calmar la crisis financiera" poniendo el acento en apoyar a los países "para que puedan mantenerse en el mercado", y se mostró "mas optimista ahora de que podemos resolver la crisis que hace unos meses".
Preguntado por el acuerdo alcanzado entre los países de la zona euro para tener un supervisor bancario único, al que se pueden sumar otros Estados miembros, el primer ministro belga, Elio Di Rupo, afirmó que "los contratos se proponen a todo el mundo, y no son más que un instrumento".
El político belga también admitió que la negociación de un posible presupuesto europeo es "extremadamente compleja", dada la diversidad entre los Estados miembros, y pidió más "convergencia" para lograr concluir la unión económica y monetaria.
En su primera jornada de reunión, los líderes de la UE se felicitaron de los acuerdos para desbloquear el siguiente tramo de ayuda a Grecia y sobre la supervisión bancaria única, aunque resurgieron sus diferencias en torno a crear un fondo de solidaridad para financiar el desempleo y otros problemas de los países en crisis.