TIRANA.- Solo cuatro años después de hacerse con la distribución eléctrica en Albania, la empresa checa CEZ abandona el país dando un portazo, en medio de una monumental disputa con el Gobierno que ha sacado a la luz el caos energético que vive esta pequeña república balcánica.
En Kukes, la prefectura natal del Primer Ministro albanés, Sali Berisha, apenas el 4% de los hogares paga la electricidad ante la vista gorda de las autoridades, una situación que ejemplifica un fenómeno generalizado en el norte del país, granero de votos del político conservador.
"La única política electoral de Berisha en las elecciones locales del año pasado en Kukes fue: Hemos pagado la luz, danos los votos", denunció en noviembre el diario "Tema".
El día 16 de ese mes, casi todo el país se quedó sin energía durante horas luego que la empresa distribuidora CEZ Shpërndarje cortara el suministro como respuesta a una factura pendiente de 38 millones de euros.
Ese corte puso de manifiesto el caos energético y aceleró el divorcio entre el Gobierno y la filial local de CEZ, que se acusan mutuamente de incumplir el contrato.
"Un gran problema en Albania son los robos de electricidad, la escasa moral de pago entre ciudadanos y empresas, e incluso entre instituciones públicas", denunció en Praga Barbara Pulpánová, portavoz de CEZ.
La aventura de CEZ en Albania, donde es la mayor empresa del país, empezó bien tras la compra del antiguo monopolio estatal, con inversiones para mejorar infraestructuras e incluso con beneficios ya en el año 2011.
Pero 2012 ha estado marcado por una dura sequía, que obligó a importar energía ante la dependencia total de la producción hidroeléctrica, y por la disputa entre Gobierno y CEZ.
Tirana acusa a la empresa de mala gestión, de no haber cumplido el plan de inversiones e incluso de haber puesto en peligro la seguridad nacional al cortar la luz a las estaciones de bombeo.
"Los cortes de electricidad muestran que la compañía ha violado el contrato que le obliga asegurar el abastecimiento de energía a la población", explicó en Tirana Sokol Ramadani, director del Ente Regulador de la Energía de Albania (ERE).
Pero la empresa checa critica que el Gobierno ha elevado el precio de venta de la energía y le ha impedido trasladar ese aumento al consumidor, además de imponerle sanciones que cree "injustas".
CEZ, que puso el lunes pasado a la venta su filial albanesa, también se refiere al irregular entorno empresarial en el país balcánico y a las graves pérdidas por los enganches ilegales.
"Los albaneses no están acostumbrados a pagar por los servicios debido a que el Gobierno varias veces ha perdonado sus deudas", argumenta Pulpánová.
De hecho, las fugas en la red, incluidos problemas técnicos y los robos, suponen ya la mitad de la energía transmitida, un hecho que el Gobierno albanés, sin embargo, interpreta como un incumplimiento de contrato por parte de CEZ Shpërndarje.
En 2012, la recaudación de facturas ha bajado hasta el 70 % y la empresa ha acometido frecuentes cortes de luz, aunque niega que haya aplicado "castigos colectivos".
Los cortes de electricidad han afectado este invierno sobre todo a las regiones del norte, donde se produjeron asaltos y quema de estaciones transformadoras.
Además, la empresa ha denunciado el robo de toneladas de cable de cobre y de unos 200 transformadores.
"El sur de Albania paga el doble de la tarifa para compensar el norte que no paga", ha denunciado el diario Tema sobre ese trato privilegiado a los vecinos y votantes de Berisha en el norte.
CEZ reconoce que las pérdidas reales en Albania han sido reducidas, ya que apenas se han invertido 120 millones de euros.
Además, la empresa confía en recuperar parte de ese dinero, bien mediante la ejecución de una garantía de 60 millones de euros del Banco Mundial; bien mediante un arbitraje internacional; o con la venta del 76 % de las acciones que posee en CEZ Shpërndarje.
Sin embargo, el Gobierno albanés asegura que la empresa adeuda 300 millones de euros a compañías estatales, incluido KESH, el productor estatal de electricidad.
"CEZ ha causado a Albania daños valorados en 1.000 millones de dólares (755 millones de euros) y por eso ERE ha iniciado los trámites para retirarle su licencia", anunció esta semana el Gobierno albanés.
Además, Albania "emprenderá todos los pasos necesarios legales para bloquear el proceso de la venta", advirtió el Ejecutivo.