Presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy.
AP
BRUSELAS.- Esta noche, comienza la cumbre en la que jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) intentarán aprobar el presupuesto del bloque para el período 2014-2020, que estará marcado por la austeridad.
La cumbre se celebra en medio de fuertes divisiones entre los socios del norte, que exigen más recortes, y del sur, que se resiste a ver adelgazadas las ayudas comunitarias.
España luchará para garantizarse que la transición entre país receptor neto a contribuyente neto (aporta más de lo que recibe de Bruselas) a partir de 2014 no sea abrupta. En todo caso, las espadas estarán en alto desde el inicio de la reunión, en torno a las 17:30 (16:30 GMT) en la capital belga.
La última propuesta de compromiso presentada en noviembre pasado por el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, contemplaba un "cheque" de 2.800 millones para las regiones y comunidades españolas e incrementaba en unos 500 millones las ayudas agrícolas.
Esta es la última propuesta y será el punto de partida de las nuevas negociaciones, informan fuentes diplomáticas.
Comunidades autónomas como Castilla-La Mancha, Galicia y Andalucía podrían mantener -según la última propuesta sobre la mesa- cerca del 60 por ciento de las ayudas de Bruselas, en comparación con el 57 por ciento del presupuesto anterior.
Tras el fracaso de la última cumbre europea extraordinaria a finales del pasado noviembre, los líderes de la UE buscan hoy y mañana contrarreloj un acuerdo para las Perspectivas Financieras (presupuesto plurianual) para los próximos siete años, necesario para que el bloque pueda funcionar, aunque habrá dolorosos recortes, entre otros para las partidas de gastos de administración, sobre todo para el cuerpo de funcionarios.
El principal punto de discordia se centra entre el grupo "del norte", encabezado por Reino Unido y Alemania, secundado entre otros por Holanda, Austria, Finlandia y Suecia, que preconizan la contención -y congelación- del presupuesto, y los socios del sur y el Este del continente, principales beneficiarios de las ayudas de Bruselas, que se resisten a perder beneficios.
La última propuesta presentada por Van Rompuy habla de un presupuesto de 972.000 millones de euros, el 1,01% del Producto Interior Bruto (PIB) de la UE, lo cual supone cerca de 22.000 millones de euros menos que en el presupuesto 2007-2013. Pero la tijera podría ser mayor si se impone la tesis del primer ministro británico, David Cameron.
Desde el fracaso de la cumbre anterior, Van Rompuy ha mantenido conversaciones con muchos de los jefes de Estado y de gobierno comunitarios.
Está previsto que en la nueva propuesta, el belga proponga recortes de entre 20.000 y 30.000 millones de euros, en un intento por acercarse a las posturas de Reino Unido y Alemania. Y es que tanto Londres como Berlín reclamaron en noviembre recortes de 30.000 millones de euros, aunque no lograron imponerse.
Para compensar, Van Rompuy ha propuesto la creación de un fondo para combatir el paro juvenil y que podría contar con una dotación cercana a los 4.000 millones de euros, según algunas fuentes diplomáticas citadas hoy en Bruselas.
Este nuevo fondo es contemplado como una concesión más o menos directa a España. Con una tasa de desempleo general del 26%, España padece además cerca de un 55% de paro entre los jóvenes de menos de 25 años.
Según fuentes comunitarias, España lograría hacerse con cerca de una tercera parte de ese fondo, equivalente a entre 1.000 y 1.700 millones de euros.