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Conozca la tecnológica chilena que vende videojuegos por encargo al extranjero

La empresa AmnesiaGames facturó $ 250 millones en 2012, prácticamente con todas sus ventas fuera del país. Ello, según explican, porque las agencias nacionales siguen copiando todo del extranjero y aún no se atreven a fabricar sus propios videojuegos.

04 de Marzo de 2013 | 09:07 | Por Camila Ramírez, Emol.
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AmnesiaGames

SANTIAGO.- El negocio de los videojuegos en Chile todavía no es muy grande, por lo que no es mucho lo que se conoce sobre éste. Las empresas que se dedican a la creación de videojuegos por encargo, trabajan con agencias y compañías –muchas veces extranjeras– que buscan que alguien les fabrique a medida el juego que necesitan.


AmnesiaGames es una empresa chilena, que va a cumplir 7 años y trabaja principalmente con juegos por encargo. Alejandro Woywood, CEO de la compañía conversó con Emol para contar cómo funciona el negocio en el país y en el extranjero.


La empresa de Woywood se dedica a crear juegos para celulares y tablets, iPads y Android. "Nos hemos especializado en hacer juegos para todas las plataformas móviles. Partimos haciendo juegos para java, después hicimos para Watt –plataforma con la que se hacían los sitios web–. Hicimos juegos de SMS, y de todo lo que había antes. Y ahora para las plataformas más modernas también las hacemos todas. Tenemos para Android, para iOS, para Windows phone, Facebook, y los últimos que estábamos haciendo eran para Windows 8", señala el gerente general de AmnesiaGames, quien destaca: "el primer juego chileno para Windows 8 lo hicimos nosotros".


Woywood, quien además es fundador de la Asociación Chilena de Desarrolladores de Videojuegos, cuenta que la empresa la creó cuando reventó la burbuja de internet. "Yo no tenía idea de juegos, así que me fui a estudiar a Barcelona a hacer un master en juegos y cuando volví en 2005 me puse a buscar gente que supiera de juegos en Chile. En realidad no había, así que me puse a hacer clases de juegos en la Universidad Católica y cuando terminó el primer curso, a los mejores alumnos de ese año les ofrecí que empezaran a trabajar conmigo. Así formamos AmnesiaGames en 2006", recuerda.


En cuanto a la inversión que necesitó para crear su empresa de videojuegos en Chile, recuerda que "la verdad es que fue toda inversión propia y no fue tanta. Como partimos vendiendo, no tuvimos que hacer una gran inversión en capital de trabajo. Deben haber sido unos US$ 20.000", revela Woywood.


Esto, porque además, la empresa comenzó dedicándose a otros proyectos paralelos. "En realidad no tenían mucho que ver con juegos. Por ejemplo, junto con otra empresa, estuvimos a cargo de crear y operar el portal móvil de Entel y después hicimos lo mismo también con el de Claro", cuenta, y agrega que es probable que gracias a esos y otros contactos, más la reputación que pudieron crear en los últimos 6 años, han conseguido posicionarse como "la cuarta empresa chilena de videojuegos, en términos de tamaño, o tercera quizás".


Así, el CEO de AmnesiaGames puntualiza que desde que se creó la empresa han, logrando aumentar la facturación en un 50% cada año. De esta manera es que durante 2012 la empresa llegó a facturar $ 250 millones.


Poco interés y apoyo en  Chile


Alejandro Woywood asegura que al negocio de la creación de videojuegos por encargo le va mal con las agencias chilenas. "La mayoría de los juegos que hacemos nosotros son para empresas extranjeras. Una vez hicimos una especie de simulador de combate para el Ejército de Chile –hace unos 4 años–, y después hemos trabajado (afuera) con Nokia, Microsoft, McDonald’s y agencias de Europa", dice.


Sin embargo, existe un interés de parte de la empresa por trabajar con agencias chilenas, pero "cada vez que hemos hablado con ellas, quieren que les desarrollemos toda la idea del juego, dentro de la propuesta; después la proponen como si la hubieran hecho ellos y, si es que se hace el juego, no quieren que pongamos nuestro nombre. Finalmente pretenden pagarnos a 90 días una vez terminado el juego, cuando nosotros pedimos que nos paguen la mitad al comienzo y la otra mitad al terminar. Son condiciones con las que no se puede trabajar", lamenta Woywood.


Es por esta razón que, según indica el gerente de AmnesiaGames, la mayoría de los juegos que se crean en Chile son juegos para Facebook, "pero para juegos móviles, que la gente descargue y tenga en su celular, todavía no hay oportunidad en nuestro mercado".


Venta de juegos directa al usuario


Además del negocio de videojuegos por encargo, existe un modelo paralelo de apostar a vender el producto directamente al usuario; es una manera de apostar a que al juego le va ir bien, dentro de los cerca de 500 mil juegos que existen en el mercado.


"Por ejemplo, cuando uno sube un juego a iTunes, Apple se queda con el 30% y el creador se queda con el 70% restante. Pero hay un tema impositivo ahí, dado que no hay tratado de libre comercio con Estados Unidos, antes de traspasar la plata a Chile, Apple te quita otro 30%, porque no hay tratado que evite la doble tributación", señala Woywood.


La ganancia que finalmente recibe la empresa creadora llega a Chile 30 días después de que el usuario pagó. "Es un modelo más riesgoso, porque en el fondo puede que al juego le vaya pésimo, y en general las estadísticas dicen que un juego de cada cinco es realmente exitoso, los otros apenas sacan su costo".


"En Chile hay varias empresas (en la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos hay aproximadamente 20 a 22 agencias) y de todas ellas yo diría que dos o tres han sacado un juego realmente exitoso", asegura el creador de AmnesiaGames.


El último juego chileno exitoso en este tipo de modelo, lo creo la empresa Gámaga. Es un juego llamado Banana Kong y estuvo tres semanas desde el 24 de enero en el número 5 en el ranking de iTunes –n° 1 en iPad y n° 5 en iPhone–. No obstante, debido al riesgo, "la mayoría de las empresas chilenas se dedican a vender a agencias de afuera, porque les pasa lo mismo que a nosotros, que las agencias chilenas todavía no entienden bien cómo funciona el negocio", concluye el experto.

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