SEÚL.- Corea del Sur, China y Japón empezaron hoy en Seúl la primera ronda de negociaciones para lograr la firma de un tratado de libre comercio (TLC) trilateral que potencie los intercambios y sirva para impulsar sus respectivas economías.
Representantes comerciales de los tres países mantendrán conversaciones hasta el jueves en un hotel de la capital surcoreana, explicó un portavoz del Ministerio de Comercio, Industria y Energía de Seúl, con una agenda que no se ha querido hacer pública.
Autoridades de estos Estados anunciaron en noviembre del año pasado que daban luz verde a las negociaciones para el TLC, destinado a impulsar y liberalizar los crecientes flujos comerciales entre tres de las cuatro mayores economías de Asia.
La suscripción del nuevo tratado también ayudará, según expertos locales, a aliviar las continuas fricciones entre estos vecinos del nordeste asiático, motivadas generalmente por disputas históricas y territoriales.
Japón mantiene desavenencias con China, a cuenta de la soberanía de las islas Senkaku/Diaoyu, y con Corea del Sur, a la que Tokio le reclama los islotes Dokdo/Takeshima, mientras que Seúl y Pekín están enfrentadas por los límites de sus respectivas Zonas Económicas Especiales (ZEE) en torno a la roca Ieodo/Suyan.
No obstante, el comercio y los vínculos económicos entre los tres países han experimentado un rápido crecimiento en los últimos años, con unos intercambios comerciales que pasaron de 130.000 millones de dólares en 1999 a 690.000 millones de dólares en 2011.
De suscribir un TLC en el futuro, éste afectaría a los más de 1.500 millones de personas -casi un quinto de la población mundial- que viven en estos tres países, los cuales acaparan aproximadamente un 20 por ciento del PIB global y un 17,5 por ciento del comercio.
Seúl, Tokio y Pekín pusieron en marcha a finales de 2002 un estudio de viabilidad -que quedó completado a finales de 2011 -para el TLC.
Al margen del futuro acuerdo a tres bandas, Corea del Sur mantiene negociaciones para un TLC bilateral con China.
También las inició con Japón hace una década, aunque actualmente permanecen estancadas desde finales de 2004 por el rechazo nipón a reducir los aranceles a los productos agrícolas.