EFE
WASHINGTON.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, firmó hoy una ley aprobada por el Congreso la semana pasada que otorga financiación al Gobierno hasta el próximo 30 de septiembre y deja en pie los recortes del gasto público que entraron en vigor el pasado 1 de marzo.
Sin esa ley, el Gobierno se hubiera visto abocado a un cierre parcial de sus operaciones desde este mismo miércoles, 27 de marzo.
La medida, aprobada primero por el Senado, fue ratificada la semana pasada por la Cámara de Representantes y otorga fondos para financiar las operaciones diarias del Gobierno federal hasta el próximo 30 de septiembre, cuando concluye el presente año fiscal.
Además, deja en pie los recortes automáticos del gasto público valorados en más de 85.000 millones de dólares que entraron en vigor el pasado 1 de marzo, pero da mayor flexibilidad al Gobierno y en particular al Departamento de Defensa para llevarlos a cabo.
Esta ley es un pequeño respiro dentro de las continuas batallas entre demócratas y republicanos desde hace meses sobre el presupuesto y cómo rebajar el abultado déficit público del país.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo hoy en su rueda de prensa diaria que el presidente sigue teniendo voluntad de llegar a un acuerdo presupuestario con la oposición republicana.
La Cámara de Representantes, bajo control conservador, aprobó la semana pasada un plan presupuestario promovido por el legislador Paul Ryan, excandidato republicano a vicepresidente, que contiene fuertes recortes de gasto a los programas sociales y la promesa de abolir la reforma sanitaria aprobada en 2010 y promovida por Obama.
El plan de Ryan sintetiza la política presupuestaria de los republicanos y contrasta con el proyecto aprobado por la mayoría demócrata en el Senado, que incluye incrementos de impuestos por casi un billón de dólares en la próxima década.
Obama se ha mostrado dispuesto a reducir el gasto en programas sociales, como piden los republicanos, pero también exige aumentos impositivos para los ciudadanos más ricos dentro de un "enfoque equilibrado" para reducir el déficit.