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Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 18:02
ESTOCOLMO.- El año pasado, los comerciantes minoristas pagaron cerca de US$ 600.000 millones para permitir a sus clientes poder comprar utilizando el plástico. Ahora, algunas tiendas están volcándose a una empresa sueca que puede reducir a la mitad, dice, las comisiones por tarjeta de crédito y débito.
Dichas comisiones a los bancos y a empresas de redes de pago como Visa Inc. y MasterCard Inc. se comen las ganancias que podrían haber derivado en precios más bajos a los clientes, dijo el máximo responsable ejecutivo de Seamless Distribution AB, Peter Fredell.
Y mientras que otras aplicaciones permiten que los usuarios de teléfonos inteligentes paguen sin billeteras, SEQR de Seamless es la única que ahorra dinero a los comerciantes sin ninguna inversión, aseguró Fredell.
"Es algo grandioso, sobre todo cuando muchos de estos comerciantes tienen un margen operativo de 1 por ciento", dijo Fredell mientras almorzaba en su oficina con vista a una obra en construcción en las afueras de Estocolmo.
Seamless se fogueó en las calles de ciudades como Accra, Riga y Bombay, donde su software permite a los usuarios móviles recargar sus tarjetas prepagas sin una moderna infraestructura bancaria. Después de 12 años, la empresa está aprovechando la utilización en auge de los teléfonos inteligentes para prometer ahorros a los comerciantes ya que puede dirigir los pagos directamente hacia y desde cuentas bancarias, eludiendo las tradicionales comisiones por el manejo de la tarjeta.
Seamless firmó un acuerdo con los restaurantes McDonald Corp. en Suecia el 5 de marzo y otro con el almacén Axfood AB, que tiene ventas anuales de 36.300 coronas (US$ 5.600 millones). Fredell, un ex operador de instrumentos derivados, dijo que cada día firma un puñado de nuevos contratos y proyecta extenderse pronto a otros mercados europeos. Su idea empresarial consiste en dividir el promedio global de cobros de 1,89%, en comisiones por tarjetas 50-50 con los comerciantes.
Así funciona
Digamos que una persona quiere comprar productos de almacén. Una caja escanea los artículos, obtiene el total y envía la información a Seamless a través de un interruptor ya incorporado a muchas registradoras. El cliente toma una foto del código QR único en la máquina, la sube y el software de Seamless hace coincidir al vendedor y al comprador en la nube. El comprador recibe un mensaje para aprobar la compra, cierra el acuerdo con un PIN personal y luego le es entregado un recibo, todo en cuestión de segundos.
"Se han concentrado demasiado en el intercambio de información que se produce en la tienda", dijo Fredell. "Nosotros lo tomamos al revés, manejando la transacción hacia atrás".
La solución de la billetera móvil de Google permite a los consumidores pagar por productos en las tiendas con un golpecito en un teléfono inteligente de un dispositivo.
Quienes hablan sobre pagos móviles están obsesionados con el uso de las comunicaciones de campo cercano, en donde se acerca el teléfono a un dispositivo, ("near-field communications", o NFC), como la mejor forma de transferir dinero del comprador al vendedor, dijo Fredell, agregando que él prescindió inicialmente de NFC después de analizar el riesgo que significa para la seguridad tener datos bancarios "flotando en el aire".
La tecnología de Seamless ya está integrada en más de medio millón de puntos de venta en todo el mundo gracias a los orígenes de la empresa en las recargas móviles, área en la que llevó a cabo más de 3.000 millones de transacciones el año pasado. La diferencia con la billetera electrónica de Google, es que tiene el problema de que sigue habiendo una transacción con tarjeta donde los comerciantes afrontan comisiones abultadas, dijo Fredell.
