SHANGHAI.- De las cerca de 900 empresas que habían solicitado autorización oficial para lanzar una Oferta Pública de Valores (OPV) en las bolsas chinas, en las que no se ha aprobado ninguna desde octubre, 124 se han retirado ante la nueva exigencia de que presenten un informe completo de sus finanzas.
Este nuevo requisito, anunciado el pasado 8 de enero, daba un plazo para ser presentado hasta ayer, 31 de marzo, y sólo la semana pasada retiraron su solicitud 76 empresas, ante la alta probabilidad de que no fueran a recibir la luz verde, muy por encima de las 48 que se habían apartado entre enero y el 24 de marzo.
Así lo recoge hoy el diario China Securities Journal, con los datos que acaba de publicar el organismo regulador del sector, la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CRMV).
La CRMV había limitado mucho la aprobación de nuevas opv desde junio pasado, y las paralizó completamente a partir de octubre, con el objetivo de revitalizar los maltrechos parqués chinos, que sumaron más de tres años consecutivos de caídas constantes hasta que empezaron a recuperarse en diciembre.
Con el mismo objetivo, durante 2012 la CRMV puso en marcha también varias medidas para restringir el acceso de las firmas con peores resultados a los parqués de Shanghái y Shenzhen.
Sus mercados de tipo A (denominados en yuanes) se hundieron sin pausa en los últimos tres años, hasta su recuperación de diciembre, por haberse tolerado un aluvión de opv, que infló de manera irreal los precios de salida al mercado y drenó buena parte de las inversiones en otras firmas para especular en las recién llegadas.
A los pocos días de cada salida, el mercado equilibraba a la baja los precios reales de las nuevas acciones, y millones de pequeños inversores sufrían una y otra vez fuertes pérdidas, como principales víctimas de estas exageraciones fraudulentas.
Por eso, en octubre la CRMV suspendió la aprobación de nuevas opv, que en principio no espera autorizar hasta mediados de año, para reformar el mecanismo de salida de nuevos valores al mercado, una política que ahora está por ver si continuarán los nuevos directivos del regulador, nombrados en marzo por el nuevo Gobierno chino.