TOKIO.- Japón acudirá a la reunión de ministros de Finanzas y bancos centrales del G20 que comienza este jueves en Washington con la idea de explicar las drásticas medidas de flexibilización aprobadas recientemente por el emisor nipón y que han causado una fuerte depreciación de su divisa.
En el encuentro se espera que algunos países participantes muestren su oposición a las medidas niponas que debilitan el yen que, a pesar de incrementar los beneficios de las grandes empresas exportadoras japonesas, puede perjudicar la estabilidad económica y la competitividad del mercado, según los analistas consultados por la agencia Kyodo.
Las medidas agresivas de flexibilización monetaria aprobadas este mes por el Banco de Japón (BOJ) han llevado al dólar a intercambiarse con la divisa nipona en la banda de los 100 yenes, una caída que ha disparado las críticas al poder provocar también inflación y un flujo masivo de fondos en los países emergentes.
Mientras, tanto el nuevo gobernador del BOJ, Haruhiko Kuroda, como el ministro de Finanzas, Taro Aso, mantienen que las medidas aplicadas por Japón tienen como único objetivo terminar con la deflación y restablecer la debilitada salud fiscal nipona, al borde de la recesión y con una deuda pública de más de doble de su PIB.
En la última reunión del G-20, celebrada en febrero en Moscú, ya se expresó el rechazo a fomentar una "guerras de divisas", al tiempo que se instó a los participantes a abstenerse de realizar una devaluación competitiva y aplicar medidas proteccionistas.
En la misma línea, el Departamento del Tesoro de EE.UU., en su informe semestral publicado la semana pasada, advirtió también de que seguirá muy de cerca la pronunciada depreciación del yen frente al dólar, con el que se ha devaluado casi en un 30 por ciento en los últimos meses.
Al margen de las reuniones principales, se espera que Aso ofrezca una ponencia en la que exponga las líneas principales de la nueva política económica del país tras la llegada al poder en diciembre del primer ministro conservador, Shinzo Abe, de 58 años.
La prioridad de Abe es la revitalización económica a través de una estrategia conocida en el país con el juego de palabras "Abenomics", centrada en lograr una inflación del 2 por ciento en un periodo de dos años, fomentar la flexibilización, generar empleo y estimular el sector privado y el gasto público.
Además, la reunión del G20, en la que está representado cerca del 80 % del PIB mundial, afrontará desafíos como la crisis financiera de Chipre, la importante depreciación del oro o la desaceleración en China.