BERLÍN.- El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, negó hoy que la Canciller Angela Merkel tratase ayer de influir sobre el Banco Central Europeo (BCE) al indicar que a Alemania le convendría una subida de tipos de interés.
En un encuentro rutinario con medios de comunicación, Seibert aseguró que la jefa del Ejecutivo siempre ha respetado la independencia del BCE a la hora de establecer la política monetaria.
Lo que hizo Merkel en su intervención ante el congreso anual de las cajas de ahorro alemanas, argumentó el portavoz, fue "poner en contexto europeo" la decisión que tendrá que tomar la semana que viene con respecto al precio del dinero el consejo de Gobierno de la autoridad monetaria.
Seibert explicó que antes de que hablase Merkel varios representantes de las cajas de ahorro habían mostrado su "esperanza" de que terminase cuanto antes la política de bajos tipos de interés del BCE, que según los expertos va contra sus intereses y amenaza con recalentar la economía alemana.
La canciller, según su portavoz, se limitó a contextualizar la actuación del BCE desde una perspectiva europea.
Merkel aseguró que "el BCE tiene ante sí una complicada reunión" porque "debería subir los tipos de interés" mirando a los fundamentales alemanes, "pero para otros países realmente debería hacer más para que aún más liquidez estuviese disponible para la financiación de empresas", argumentó la Canciller.
Sus declaraciones levantaron cierta polémica, porque es bastante inusual que Merkel o cualquiera de sus ministros se posicione de forma tan clara sobre un asunto que es competencia exclusiva del BCE.
Normalmente los miembros del Ejecutivo alemán evitan comentar las decisiones de la autoridad monetaria, escudándose en la independencia de la institución.
Una subida de tipos de interés ayudaría a evitar un recalentamiento de la economía alemana y frenar la temida aparición de burbujas, pero lastraría la recuperación económica del sur de la zona del euro.
Desde hace días, los analistas especulan con la creciente posibilidad de que el BCE reduzca el precio del dinero en la próxima reunión de su consejo de gobierno.
Los tipos de interés de la zona del euro se sitúan desde el pasado julio en el 0,75 %, su menor nivel desde la introducción de la moneda común.