LONDRES.- Los paraísos fiscales como Bermudas y las islas Caimán trabajarán más estrechamente con Reino Unido y otros países europeos para luchar contra la evasión fiscal, dijo el jueves el ministro de Finanzas británico, George Osborne.
Dado que los gobiernos de las economías más avanzadas tienen una necesidad de mayores ingresos fiscales tras la crisis financiera, cada vez existe una presión mayor sobre territorios pequeños con grandes sistemas bancarios para que levanten el secreto bancario y hagan más para combatir el fraude fiscal y el lavado de dinero.
Estados Unidos está sumido en una larga disputa con Suiza sobre las normas de secreto bancario del país europeo, mientras que la Unión Europea también ha incrementado la presión sobre dos de sus miembros: Austria y Luxemburgo.
Austria, por su parte, ha acusado a Reino Unido y Estados Unidos de proteger sus propios paraísos fiscales.
Ahora los paraísos fiscales británicos como Bermudas, islas Caimán y las islas Vírgenes -que en efecto son colonias británicas con algún nivel de autogobierno- tendrán que facilitar automáticamente detalles sobre la titularidad de cuentas bancarias y cómo se usan, dijo el Ministerio de Finanzas británico.
"Esto representa un paso adelante significativo a la hora de abordar las finanzas ilícitas y establece un estándar global en la lucha contra la evasión fiscal" dijo Osborne.
La información será compartida por Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y España, que acordaron en junio del año pasado trabajar conjuntamente para combatir la evasión fiscal.
La Isla de Man también estará sujeta al acuerdo, pero no otros dos paraísos fiscales, Jersey y Guernsey, que aún no han acordado compartir información con otro país que no sea Reino Unido.
Otros territorios afectados por el acuerdo son las islas del caribe de Anguilla, Montserrat y Turcas y Caicos.
Reino Unido ha convertido la lucha contra la evasión fiscal una prioridad mientras preside este año el G-8, el grupo de economías más avanzadas, y en dos semanas organiza una reunión de los ministros de Finanzas del bloque.
No obstante, Reino Unido afronta problemas propios a la hora de asegurarse de que las empresas cumplen con sus propias leyes impositivas.
Una investigación de Reuters publicada el miércoles puso de relieve inconsistencias en el modo en que Google define sus actividades en Reino Unido, lo que desencadenó que legisladores británicos pidieran a varios ejecutivos y auditores de Google que comparecieran ante un comité.