BRUSELAS.- Los problemas que aún encara el sistema financiero europeo, la necesidad de establecer mecanismos de control y resolución conjuntos y la falta de crédito que ahoga la recuperación de las economías europeas continúan siendo hoy una preocupación central de Bruselas.
Los principales responsables económicos en Europa coincidieron hoy en señalar, durante una conferencia en Bruselas, los retos que enfrenta la Unión Europea (UE) y, en concreto, la zona del euro en su camino hacia una "genuina" Unión Económica y Monetaria.
El acuerdo para la creación de un supervisor bancario único para la zona del euro es la primera piedra en el camino hacia una mayor integración económica, pero la UE necesita "ir más allá" y "romper de una vez por todas" el vínculo entre la deuda pública y la deuda privada, dijo el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso.
"Tenemos que poner fin al círculo vicioso en el que el uso del dinero de los contribuyentes se usa para rescatar bancos", afirmó Barroso en su intervención, en la que recalcó que hasta el momento se han destinado 4,5 billones de euros a sanear y ofrecer garantías a las entidades en problemas.
Pese a las inyecciones de dinero público, el crédito no ha vuelto a fluir a la economía real, reiteró por su parte el vicepresidente de la CE y Responsable de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.
"Ahora, tenemos que resolver la actual trampa de liquidez o la trampa financiera en la que se encuentran hogares y empresas, especialmente en el sur de Europa, usando todos los caminos y medios posibles a disposición de las instituciones europeas", afirmó Rehn.
En este sentido, el presidente del Eurogrupo y ministro holandés de Finanzas, Jeroen Dijsselbloem, destacó la importancia de que se logre un consenso "rápidamente" sobre la recapitalización directa para bancos en dificultades con fondos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), una cuestión delicada que cuenta con las reticencias de Alemania.
"Necesitamos los instrumentos para recapitalizar la banca y los necesitamos rápidamente, porque de lo contrario frenaríamos la recuperación económica. En muchos países la falta de crédito procedente de la banca está ralentizando la recuperación", dijo.
Para ello, a su juicio, la primera tarea que deberá emprender el Banco Central Europeo (BCE) una vez asuma su rol de supervisor único es analizar la calidad de los activos de los bancos bajo su vigilancia "porque hay un riesgo de contaminación entre entidades. El resultado de esa revisión de los activos, que aún no sabemos, podría ser preocupante, podría ser preocupante para algunos bancos y países", dijo Dijsselbloem.