WASHINGTON.- El porcentaje de inversión global dirigido a los países emergentes debería triplicarse en las próximas dos décadas, a medida que estas naciones comienzan a igualar los niveles del mundo desarrollado y aumentan su integración a los mercados financieros internacionales.
La conclusión figura en un informe difundido el jueves por el Banco Mundial.
El grupo de países emergentes también se convertirán en la mayor fuente de capital, de acuerdo al informe. China e India serán los dos principales inversionistas globales hacia 2030.
Este cambio fundamental en el escenario mundial de ahorro e inversión tendrá profundas consecuencias que incluyen probables cambios en las monedas dominantes, la aparición de nuevos centros financieros y modificaciones en los patrones de flujo de capitales.
No obstante, advirtió Kaushik Basu, economista jefe del Banco Mundial, las autoridades en la mayoría de los países siguen estando mal preparadas para estos cambios debido a que ponen toda su atención en el corto plazo.
"El gran interrogante que debería preocuparnos es qué pasará con los principales motores del crecimiento y el desarrollo, concretamente, ahorros e inversión", señaló.
"De alguna manera, parte de la agitación económica global que estamos viendo hoy son los primeros indicios de la clase de periodo turbulento en el que está entrando el mundo", advirtió Basu.
China supera a EE.UU.
En 2030, se calcula que por cada dólar que se invierta en el mundo, 60 centavos irán a los países emergentes. Se trata de un cambio drastico con respecto a los 20 centavos por dólar registrados en 2000.
En esa época, China tendrá 30% de la actividad inversora, mientras que Estados Unidos alcanzará 11% e India el 7%.
Las previsiones del Banco Mundial suponen que el mundo crecerá en promedio entre 2,6% y 3% por año en las próximas dos décadas. En ese mismo período, los emergentes crecerán entre 4,8% y 5,6% anual.
A medida que más capital fluye de un país emergente a otro -proceso que se conoce como "flujos Sur-Sur"- el yuan y la política monetaria china tendrán un mayor impacto sobre el resto del mundo, reduciendo la influencia del dólar y del euro.