SHANGHAI.- China volverá a considerar bienvenida la inversión extranjera en producción de automóviles, aunque sólo en el centro y el oeste de su territorio, tras una directiva de 2011 por la que había retirado a este sector de la lista de los que deben promoverse con inversión foránea.
La Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, el principal organismo de planificación económica de China, tomó aquella decisión entonces para tratar de enfriar la recalentada expansión del sector en su mercado, pero un año y medio después ha decidido hacer una excepción, según recoge hoy el portal del diario "Shanghai Daily".
De esta manera, las nuevas instrucciones del organismo central chino para los gobiernos locales y regionales son que, a partir del 10 de junio, vuelvan a dar un trato preferente a la inversión extranjera en automoción.
La Comisión incluye esta decisión entre una serie de medidas destinadas a favorecer proyectos que generen un gran número de empleos en las provincias del centro oeste y del oeste del país.
"Este cambio en la dirección política se supone que es más para impulsar la inversión extranjera y el crecimiento económico que porque haya una necesidad en el sector del automóvil", valoró el analista Zhang Xin, de la corredora bursátil Guotai Junan.
A pesar de lo limitado de la medida a esas regiones, las menos desarrolladas del país, eso "podría provocar perfectamente un aumento de la capacidad de producción ya excesiva (del sector en China) y hacer las cosas más difíciles para los fabricantes locales en su competencia con las compañías extranjeras", indicó Zhang.
Las nueve regiones donde se aplicará la medida son, de hecho, Mongolia Interior, Guangxi, Guizhou, Shanxi, Gansu, Ningxia, Qinghai, Xinjiang, Yunnan, Sichuan y la municipalidad de Chongqiqng.
Con su decisión de diciembre de 2011 la Comisión dio por concluidos más de siete años en los que llamó a favorecer la atracción de inversión extranjera en automoción en todo su territorio nacional.
El organismo actualiza cada cierto tiempo sus directivas de guía en materia económica, en las que marca a las distintas autoridades chinas en qué sectores se debe fomentar la inversión extranjera y en cuáles restringirse o incluso prohibirse.
En el caso del sector identificado como "fabricación de automóviles terminados", la indicación para los distintos gobiernos regionales y locales chinos sobre la política hacia la inversión extranjera que deben seguir al respecto pasó, desde enero de 2012, de clasificarse como "fomentada" a ser simplemente "aprobada".
La decisión se adoptó por la sobreproducción del sector y por al excesivo número de fabricantes que ya hay en el país, aunque afecta sólo a las nuevas inversiones en automoción, y no a las inversiones extranjeras en el sector ya instaladas en China, donde cerca del 70% del mercado está en manos de marcas extranjeras.