BRUSELAS.- El jueves entrarán en vigor las dos regulaciones europeas que permitirán a la Comisión Europea (CE) analizar y opinar sobre los proyectos presupuestarios de los países miembros de la zona euro, que establecerán una mayor supervisión a los Estados que experimentan graves turbulencias financieras.
Las nuevas medidas comenzarán a aplicarse para el ciclo presupuestario de 2014, indicó hoy el Ejecutivo comunitario, e implican que los Diecisiete países de la moneda única sometan cada año, antes del 15 de octubre, los borradores de sus proyectos presupuestarios para el ejercicio siguiente al estudio de la Comisión.
Así, se pretende establecer mayor vigilancia y asesoramiento de los borradores de los proyectos presupuestarios de los países del euro, especialmente de los que están bajo el procedimiento por déficit excesivo.
Los planes presupuestarios y nacionales a medio plazo deben basarse en previsiones macroeconómicas independientes y los países tendrán que crear organismos independientes que supervisen el cumplimiento de las reglas relativas al equilibrio presupuestario.
La CE emitirá antes de cada 30 de noviembre su dictamen sobre los proyectos presupuestarios y, si constata un serio riesgo de que el Estado miembro no cumpla con sus obligaciones en el marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento sobre los límites de déficit y deuda, podrá proponerle que presente un nuevo borrador.
Los Estados tendrán que informar con antelación a la Comisión y al Eurogrupo de sus planes de emisión de deuda nacional y también de cualquier plan de reforma importante de la política presupuestaria.
En el caso de los miembros rescatados o con graves problemas, se establecen supervisiones estrechas de la CE prorrogables cada seis meses, visitas periódicas al país e informes trimestrales sobre la situación del Estado afectado.
La información que tendrá que suministrar el país miembro afectado sobre la situación financiera y macroeconómica se mantendrá confidencial para no desatar reacciones negativas en los mercados.
Si se concluye que se requieren nuevas medidas y que la situación financiera de un país amenaza la estabilidad de la zona euro, el Consejo, por mayoría cualificada y a propuesta de la Comisión, podrá recomendar un programa de ajuste macroeconómico.