GINEBRA.- El reconocimiento del "Café de Colombia" como denominación de origen en la Unión Europea y en Suiza demuestra que el sistema de protección de las indicaciones geográficas es abierto y es universalmente aplicable, según la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.
El "Café de Colombia" se acaba de convertir en la primera denominación de origen extranjera en ser aceptada en la Confederación Helvética, un proceso que ha durado más de cinco años, pero que a partir de ahora protege al café colombiano como un producto único en el mundo.
"Estados Unidos siempre acusó a Europa y a Suiza de que sus sistemas de protección de indicaciones geográficas sólo servían para proteger productos locales", explicó en una entrevista Luis Fernando Samper, gerente de Comunicaciones de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.
"Con el Café de Colombia que ya estaba reconocido por la Unión Europea, y ahora por Suiza, demostramos que eso no es verdad y que los sistemas sirven para productos tanto locales como extranjeros", agregó.
El registro de "Café de Colombia" es el primer proceso individual de una denominación extranjera en Suiza, pero con la autorización, la Confederación Helvética se une al resto de países de la Unión Europea, y a Canadá y Estados Unidos, que ya reconocían la denominación de origen colombiana.
Esta indicación existe desde 2005, y desde esa fecha, la Federación Colombiana de Productores de Café se ha esforzado en que se reconozca en el mayor número de países posibles.
"Que se reconociera en Suiza era importante para nosotros porque Suiza es el centro del comercio de café en el mundo, y además tienen su sede un gran número de empresas que usan café, como Nestlé, Starbucks, o Craft", explicó Samper.
"Además, es importante saber que no sólo nosotros como colombianos apreciamos de manera subjetiva el Café de Colombia, sino que Suiza, objetivamente, valora la diferencia y la calidad del producto", agregó.
Samper explicó que no se protege la semilla "sino un producto cuyo origen está vinculado a la calidad".
"La indicación geográfica protege un bien colectivo, y es una responsabilidad de los productores frente a los consumidores, y es una manera de proteger el sustento de los cultivadores pero también el desarrollo sostenible de las zonas donde se produce", explicó Samper.
En Colombia existen 560.000 productores de café y la plantación media es de 1,6 hectáreas. Algunas tienen 5, 10 o 20 "pero son las menos".