ESTRASBURGO.- Los grupos políticos de la Eurocámara mostraron hoy su desconfianza ante los eventuales resultados de la cumbre europea de la próxima semana dedicada al empleo y a la liquidación bancaria, y pidieron a la Comisión Europea (CE) que no se resigne ante la falta de decisión de los líderes europeos.
Los eurodiputados fueron críticos con el discurso optimista del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y con las palabras del presidente de Francia, François Hollande, que en su reciente visita a Japón consideró que la crisis europea ya quedaba a las espaldas.
El presidente del Ejecutivo comunitario señaló ante el pleno del Parlamento Europeo que "a pesar de las dificultades, la UE avanza para hacer frente a desafíos", si bien reconoció que "con las reformas hechas en pro de la consolidación fiscal hasta la fecha todavía no basta".
"No es suficiente con las ambiciosas reformas que están llevando a cabo muchos Estados miembros", afirmó en esa línea el eurodiputado español Luis De Grandes (PP), al tiempo que subrayó que "hacen falta más esfuerzos de la Unión Europea" (UE).
El eurodiputado español lamentó que "las empresas tengan que pagar más o menos para financiarse no por su solidez sino por su situación geográfica".
En este sentido, como también pidieron socialdemócratas, liberales y verdes, abogó por que la UE "apruebe cuanto antes la unión bancaria".
Por su parte, Alejandro Cercas (PSOE) señaló que "los ciudadanos están dolorosamente hartos por la falta de respuestas que reciben de Europa para hace frente a su mayor crisis económica y social".
"Los ciudadanos piden un cambio de rumbo social y que se reconcilie la economía real con la financiera", añadió.
Izaskun Bilbao (PNV) lamentó las altas tasas de empleo juvenil estén echando a perder la generación más preparada de la historia y pidió que se pongan sobre la mesa los 21.000 millones de euros que necesita el programa de la garantía juvenil europea para ponerse en marcha.
Francisco Sosa Wagner (UPyD), por su parte, pidió a la CE que se haga “oír más” en las cumbres y no deje que sea “alguna canciller" la que lleve la batuta en las decisiones del Consejo Europeo.
Crítico también con las palabras de Hollande en Japón se mostró especialmente el líder de los liberales europeos, Guy Verhofstad, que señaló que "la realidad demuestra que no se le puede dar la razón al presidente francés".
Verhofstad afirmó que precisamente Japón "es la prueba de que la austeridad no lleva a ninguna parte y es necesario resolver primero la crisis bancaria para relanzar la economía".
En su intervención, Barroso reconoció que hay que "cortar el círculo vicioso del crédito" para las pymes que pagan más en los países que más inversión necesitan y menos en los que tienen menores problemas de financiación.
"Las pymes de algunos países lo están pasando especialmente mal por las condiciones al préstamo que se les impone. No por la calidad del crédito sino por el lugar donde se encuentran esas pymes y es absurdo económicamente", afirmó Barroso.
El comisario de Economía, Olli Rehn, señaló en el cierre del debate que la CE trabaja con el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco Europeo de Inversión (BEI) para "encontrar soluciones viables y efectivas al cuello de botella de financiación para las pymes".
En este sentido, Rehn señaló que pedirá al Consejo que dé "orientaciones contundentes al BEI para que contribuyan a decisiones decisivas".