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En duda negocio de US$ 2.000 millones de cigarros electrónicos por políticas europeas

Carentes de humo y olor, los cigarrillos electrónicos se popularizan, y se los considera menos nocivos porque no contienen alquitrán, arsénico ni otros elementos cancerígenos tóxicos.

16 de Junio de 2013 | 07:43 | Bloomberg
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John Urban fuma un cigarrillo electrónico en Nueva York.

AFP

PARÍS/LONDRES.- Cuando los fumadores pensaban que ya no había problema en volver a inhalar nicotina, un debate sobre la seguridad de los cigarrillos electrónicos amenaza con volver a dejarlos sin ese producto.


Carentes de humo y olor, los cigarrillos electrónicos se popularizan, y en Europa y Estados Unidos se los considera menos nocivos que los verdaderos porque no contienen alquitrán, arsénico ni otros elementos cancerígenos tóxicos. Pero una decisión de esta semana del gobierno británico de tratar los tubos de acero como un medicamento, así como un plan francés de prohibirlos de lugares públicos, plantean preguntas respecto de qué riesgos conllevan para la salud.


Los cigarrillos electrónicos, que están en el mercado de Europa y Estados Unidos desde 2006, son elementos a batería que proporcionan nicotina vaporizada y se encienden cuando se los fuma. Ha habido casos de cigarrillos defectuosos que han explotado y provocado quemaduras faciales de segundo grado, dijeron organismos reguladores de salud británicos esta semana. Por otra parte, como los cigarrillos electrónicos dan a los usuarios una dosis de nicotina, crece el temor a que puedan volverse adictivos.


"Los controles actuales se centran en la seguridad eléctrica y de la batería, pero no en qué contiene el producto y cómo se lo ingiere", dijo Jeremy Mean, un funcionario de manejo del riesgo del organismo regulador de medicamentos de Gran Bretaña.


Se trata de un llamado de atención para el mercado de cigarrillos electrónicos, que aún es pequeño pero crece con rapidez. El sector se acercará a los US$ 2.000 millones de ventas para fines de 2013 y podría superar los US$ 10.000 millones para 2017, según Bonnie Herzog, una analista de Wells Fargo Co. En Nueva York. La demanda de los elementos sin humo podría superar la de cigarrillos tradicionales en la próxima década, dijo Herzog.


A medida que fabricantes y compañías tabacaleras redoblan su publicidad de cigarrillos electrónicos en los Estados Unidos y éstos ganan popularidad a ambos lados del Atlántico, la principal preocupación de los funcionarios de salud de Francia y Gran Bretaña es algo que hasta ahora no está demostrado: que los cigarrillos electrónicos podrían llevar a los usuarios a adoptar los verdaderos.


El modelo europeo


"Los cigarrillos electrónicos deben convertirse en una ayuda para dejar de fumar, no en una herramienta para aumentar la cantidad de fumadores", dijo Jean-Louis Touraine, un legislador socialista que es médico y especialista en políticas de salud. "Se están convirtiendo en una moda, y muchos jóvenes se sienten atraídos".


En los Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicinas, FDA por la sigla en inglés, piensa proponer una regulación que extienda su autoridad sobre los cigarrillos electrónicos. Los organismos reguladores de Europa trabajan más rápido, y es probable que la decisión de Gran Bretaña sirva como modelo para una reglamentación en la Unión Europea, dijo Erik Bloomquist, un analista de Berenberg Bank.


En Gran Bretaña, los cigarrillos electrónicos se considerarán medicamentos para 2016 y estarán bajo la supervisión de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos para la Salud, que exigirá a los fabricantes la presentación de datos sobre la calidad de sus productos, la forma en que transmiten la nicotina al organismo y sus características en relación con otros productos de reemplazo de la nicotina, dijo el organismo el 12 de junio.

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