SANTIAGO.- El consumo de pescado criado en cautividad superará al de pescado silvestre en 2015, y en menos de una década llegará a representar el 53% del total de este producto a nivel mundial. La información fue proporcionada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE), a través del estudio "Perspectivas Agrícolas 2013-2022".
En el informe también se anticipa un incremento de un 35% en el sector acuícola, mientras que la pesca artesanal sólo crecería un 5%.
Al respecto, el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Pablo Galilea, señala que "el gobierno está en completa sintonía con las proyección de la FAO y la OCDE. Es por eso que una de nuestras políticas públicas ha sido impulsar la acuicultura -a través de Idepa- y acercarla a la pesca artesanal, desde Arica a Magallanes, con el fin de diversificar los cultivos, porque es necesario contar con alimentos más sanos, sobre todo cuando Chile se ha fijado como objetivo ser potencia alimentaria mundial".
La autoridad añade que "si nos basamos sólo en la pesca extractiva, por mucho que trabajemos en la sustentabilidad de los recursos, nunca vamos a ser capaces de abastecer el aumento de la demanda interna y externa con esta vía, y es por eso que tenemos que avanzar en la acuicultura".
Una de las medidas para impulsar la actividad acuícola es un proyecto de ley que será enviado al Congreso antes del mes de agosto, donde se pretende subsidiar el repoblamiento y cultivo de algas que "no sólo va a contribuir a potenciar la actividad pesquera a lo largo del país, sino que también va a proteger ecosistemas ricos en otros recursos que hoy en día están siendo depredados", sostiene Galilea.
Bajo consumo de pescado en Chile
Si bien nuestro país cuenta con una activa industria pesquera, el consumo de este producto no supera los 7 kilos por persona al año, cifra muy por debajo de otro tipo de carnes como la de pollo, con 36,7 kilos; el cerdo, con 25,6 kilos, y la carne bovina, que llega a un consumo anual de 21,7 kilos por persona, según los registros de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa).
Para el subsecretario, el bajo consumo se debe a varios factores, entre ellos que los productos no llegan de manera homogénea a todo el país, como en las localidades del interior de Chile, "ya que a pesar de que somos un país angosto, no se consume nada de pescado, por lo que tenemos que mejorar los canales de distribución. A su vez, tenemos que acortar estos mismos canales de tal manera de evitar los intermediarios y bajar los precios, además de dar garantías de seguridad y sanidad de los productos", comenta.
Galilea destaca algunas iniciativas que se están apoyando desde la Subsecretaría de Pesca como son incentivar, junto al programa Elige Vivir Sano, el aumento de consumo de pescados y mariscos al menos dos veces a la semana en los colegios y hogares chilenos.
Además, hay financiamiento en proyectos para la construcción de plantas de proceso y centros de acondicionamiento, como también mejoras en los puestos de ventas en las Caletas de pescadores a lo largo de Chile, junto con la promoción de diversos productos como la jibia y la merluza austral y la realización de ferias gastronómicas.
"Hemos hecho hartas cosas y queremos seguir haciendo más, porque estamos seguros que ese es el camino. No sólo beneficia a la salud, si no también a los trabajadores del rubro", concluye Galilea.