SANTIAGO.- La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) sostuvo este lunes que las proyecciones presentadas esta mañana por el Banco Central en su Informe de Política Monetaria dan cuenta de un ritmo de desaceleración en 2013 más rápido de lo esperado, descartando la factibilidad de un sobrecalentamiento de la economía.
En ese contexto, las proyecciones de crecimiento para el año 2013 fueron corregidas a la baja en medio punto, situándolas en el rango 4,0-5,0%, en lugar del 4,5% a 5,5% estimado en el informe anterior.
Asimismo, este recorte en el crecimiento se manifestó en prácticamente toda la estructura de gasto de la economía. El consumo total se rebajó desde 5,7% en el IPoM de marzo último a 5% (proyección CCS: 5,3%), las importaciones (en quantum), de 5,9% a 5%, y la inversión, de 7,2% a 5,5%.
En tanto, las estimaciones para la inversión en construcción muestran un ajuste de 9% en 2012 a 6,6% en 2013 y las importaciones de bienes de capital registran un alza de 20% interanual en los primeros cinco meses de 2013, poniendo un umbral mínimo del orden de 9% a 10% para el año.
Por su parte, el frente externo se proyectó deficitario, tanto en la balanza comercial como en la cuenta corriente, por magnitudes de US$ 1.450 millones y US$ 13.150 millones respectivamente, muy coincidente con las proyecciones de la CCS.
Como porcentaje del PIB, el déficit en cuenta corriente aumentaría hasta un 4,7%. Este déficit ocurre en un contexto en que el precio del cobre cae a un promedio de US$ 3,25 por libra en 2013 (CCS: US$ 3,31), con un saludable crecimiento de los quantum exportados (3,8% de acuerdo al IPOM).
El informe reconoce que el escenario inflacionario ha estado sujeto a elementos transitorios, como la baja inflación en el resto del mundo y el comportamiento del tipo de cambio, pero que está bien anclada en torno a 3%. Supone para 2013 una inflación de 2,6% y de 3% en 2014.
Sin perjuicio del ajuste de medio punto en el crecimiento del PIB en el marco base de proyecciones, el IPoM indicó además que el escenario de riesgos contempla una desaceleración más pronunciada en los mercados emergentes, afectando más marcadamente la cotización en el precio del cobre. También identifica como un factor de riesgo posibles nuevos episodios de volatilidad provenientes de la situación política y financiera de la Eurozona, así como probables aumentos en los costos de financiamiento por efecto del retiro de los estímulos monetarios de Estados Unidos.
En el plano interno, señaló el riesgo de que la inversión tenga una desaceleración más pronunciada aún que la expuesta en el escenario base, con los evidentes impactos en los demás componentes del gasto y del crecimiento del PIB. También advirtió, como lo ha hecho en los últimos informes, acerca del riesgo de los déficit externos, el que se intensificaría ante nuevas caídas en el precio del cobre, deterioro en las condiciones de financiamiento externo y persistencia en el dinamismo de la demanda interna.
"Este cuadro general de proyecciones contempla una desaceleración en curso en la economía chilena, la que está en gran medida explicada por la pérdida de dinamismo en la inversión, y en menor medida por el consumo interno. Reconoce los riesgos provenientes del sector externo, por efecto de la caída en el precio del cobre, a lo cual ha añadido eventuales riesgos de mayores costos de financiamiento eterno por menor liquidez internacional. La depreciación del peso significa alinear nuevamente el tipo de cambio a sus fundamentos de largo plazo, colaborando en el sentido correcto en los equilibrios del sector externo", señaló.