Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial.
AFPWASHINGTON.- El presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim está preparando una reforma del presupuesto de la institución de préstamo que, según él, podría llevar a "enormes cambios" en el financiamiento para reflejar un cambio de prioridades conforme a su objetivo de terminar con la extrema pobreza en 2030.
"En realidad, no nos sentamos como una compañía y decimos cómo vamos a manejar el presupuesto el año que viene, en los próximos dos años, en los próximos tres años", dijo Kim el domingo pasado en una entrevista en Lima, Perú, en la víspera de su primer aniversario en el cargo. "Vamos a empezar con eso el año que viene y creo que entonces nadie va a tener ninguna duda sobre lo mucho que está cambiando el Banco Mundial".
Estas declaraciones son las más explícitas de Kim sobre cómo el médico y ex decano de Darmouth College planea traducir la meta de terminar con la pobreza en operaciones diarias. Aunque todavía no se ha tomado una decisión sobre las áreas prioritarias, Kim mencionó la energía, la salud y la educación así como el mejoramiento del clima de negocios de los países como "cuestiones importantes" para la institución.
El presupuesto administrativo neto del banco llegó a US$ 1.870 millones en el último año fiscal en su principal división, que presta a los gobiernos, y su presupuesto total, que incluye los fondos fiduciarios y las pensiones, fue de US$ 3.510 millones. Aunque ese no es el dinero que usa el banco para otorgar créditos, las prioridades del presupuesto probablemente se reflejen también en los patrones de préstamo.
"Ahora vamos a decir que se podrán ver desplazamientos enormes del financiamiento de problema a problema, de región a región, y eso va a ser difícil", señaló Kim. "Lo que debamos cortar, lo cortaremos. En las cosas donde tengamos que poner más dinero, pondremos más dinero".
La reforma fiscal 2014 del Banco Mundial comenzó ayer. Los cambios de que habla Kim tendrán lugar en el próximo año fiscal, explicó. Lo que está en juego es cada vez más importante a medida que se prepara para trazar una estrategia, antes de pedir, más adelante en el año, que los países –muchos de los cuales deben lidiar con economías deprimidas y presupuestos fiscales más reducidos– repongan el caudal de fondos del Banco Mundial para otorgar préstamos sin interés a los países más pobres del mundo.
Cuando se le preguntó sobre la posible eliminación de puestos de trabajo conforme al nuevo enfoque presupuestario, Kim dijo que no lo sabe y que ha pedido una revisión del personal, que asciende a 10.000 empleados. El director de finanzas del Banco Mundial Bertrand Badre está realizando "un análisis muy minucioso de qué personal tenemos en cada lugar", añadió.
"No creo que el banco sea demasiado grande", apuntó Kim. "Pero me pregunto si tenemos a las personas indicadas en los lugares indicados, si, por ejemplo, tenemos suficiente gente en las áreas técnicas, si tenemos suficiente gente con experiencia mundial de primer nivel".
Kim, de 53 años, está trabajando en una estrategia para la que pedirá la aprobación de los 188 países miembros del banco en su reunión semestral de octubre. Buscará respaldo para los cambios en el presupuesto el año que viene.