WASHINGTON.- Los precios al productor de Estados Unidos subieron más de lo esperado en junio, lo que apunta a un aparente incremento en las presiones inflacionarias que podrían hacer que la Reserva Federal se sienta más cómoda para reducir sus estímulos monetarios.
El Departamento del Trabajo dijo el viernes que su índice de precios al productor desestacionalizado subió un 0,8% el mes pasado.
Se esperaba que los precios recibidos a las puertas de las granjas, fábricas y refinerías estadounidenses hubieran subido un 0,5% en junio, según el pronóstico de economistas consultados en un sondeo de Reuters.
Buena parte del incremento se debió a un salto en los precios de la gasolina y podría pesar en los consumidores al dejarles menos dinero para gastar en otras cosas.
Sin embargo, una medición de las presiones inflacionarias subyacentes apuntaban a un poco más de vigor en la economía.
Los llamados precios al productor subyacentes, que excluyen los volátiles costos de la energía y de los alimentos, subieron un 0,2% el mes pasado, impulsados por un incremento del 0,8 por ciento en el precio de los vehículos de pasajeros.
Los economistas proyectaban que los precios al productor subyacentes subieran un 0,1%.
La lectura de 12 meses para la inflación subyacente a nivel mayorista subió a un 1,7% desde un 1,6%. Eso podría ser bueno para la economía porque el aumento de la inflación subyacente podría ser una señal de un aumento de la demanda del consumidor.
Eso, a su vez, podría llevar a que la Fed se sienta más confiada en su visión de que la economía estadounidense se fortalece lo bastante rápido como para que el banco central comience a reducir su programa de compras de bonos a fines de año.
La inflación ha sido preocupantemente baja en los últimos meses y algunos consejeros de la Fed argumentan que el programa de compras de bonos debería continuar a toda marcha hasta que la inflación se fortalezca.