MADRID.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió el lunes que la contracción crediticia en España se había acelerado e instó a los bancos a reforzar sus niveles de solvencia con medidas centradas en limitar el pago de dividendos y las remuneraciones variables para no perjudicar el flujo de préstamos.
En general el organismo internacional, que ejerce un papel de asesor sobre el plan de asistencia financiera europea de hasta 100.000 millones de euros otorgados a la banca española en junio de 2012, considera que la implementación del rescate bancario va por buen camino y que la mayoría de las condiciones impuestas han sido implementadas.
No obstante, el organismo considera que son todavía elevados los riegos para la economía en general y que las pérdidas crediticias podrían seguir siendo altas hasta que la recuperación económica se consolide.
"Las dinámicas del sector financiero todavía contribuyen a (incrementar) la presión recesiva, con una aceleración de la contracción crediticia, con un endurecimiento de estándares crediticios, y con un incremento de los costes de financiación para las empresas", dijo el organismo en su informe.
La contracción del crédito bancario al sector privado se aceleró en el primer trimestre de 2013, registrando un descenso interanual del 7% en mayo.
En este escenario, el FMI prevé que los beneficios de los bancos se vean presionados durante el resto de 2013 hasta que se restablezca el crecimiento de la economía a pesar de que reconoce que en el primer trimestre del año los resultados fueron mejores a los del mismo periodo del año anterior.
"(...) los beneficios para el resto de 2013 podrían verse adversamente afectados por un deterioro adicional del crédito, la necesidad de aumentar las provisiones para los créditos refinanciados (...) unos tipos de interés a la baja sobre las carteras hipotecarias ligadas a tipos variables (...) y mientras se va implementando la supresión de las cláusulas suelo en algunas de estas carteras crediticias minoristas", agregó.
El organismo internacional considera que para no dañar el crédito, la banca debería optar por captar capital, así por restringir el pago en efectivo de dividendos, tal como recomendó recientemente el Banco de España.
El FMI también da prioridad a que los bancos mejoren la calidad de su capital a través de la conversión parcial de sus impuestos fiscales diferidos, que a finales de 2012 ascendieron a 51.000 millones de euros, en créditos fiscales.