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Santiago: Domingo 24 de noviembre del 2024 | Actualizado 09:12
El restaurant Can Fabes fue fundado por el fallecido chef Santi Santamaría.
EFE (Archivo)MADRID.- La crisis en España golpea duro también a la alta gastronomía: Can Fabes, uno de los restaurantes más reputados del país y de Europa, cerrará el 31 de agosto después de 32 años de vida.
"Can Fabes carece de la viabilidad económica necesaria para seguir con un proyecto basado en la excelencia, y por ello hemos decidido poner el punto final a uno de los capítulos más brillantes de la cocina catalana y europea de los últimos 25 años", sostuvo la familia Santamaría-Serra en un comunicado hecho público el miércoles por la noche.
La calidad culinaria del restaurante, fundado en 1981 en la localidad de Sant Celoni, en la provincia de Barcelona, sufrió un duro golpe hace casi dos años y medio cuando el cocinero Santi Santamaría murió a los 53 años por un infarto en Singapur. Con él al frente, Can Fabes había logrado tres estrellas Michelin.
Santamaría formaba parte de la élite de la cocina española y tras su muerte, el restaurante quedó en manos de su familia, que intentó sacarlo adelante con un equipo conformado por la hija del cocinero, Regina, y por un nuevo chef.
En 2012 Can Fabes sufrió otro revés cuando le retiraron una de las estrellas Michelin, que significó un descenso en el nivel culinario que alguna vez lo llevó a ocupar el puesto 31 de los mejores restaurantes del planeta, según la revista británica "Restaurant".
"No podemos seguir, hemos intentado salvarlo por todos los medios pero no ha sido posible. Ahora nuestro objetivo es acabar con la cabeza muy alta", expresó Regina Santamaría a medios españoles.
Para acceder a un mayor público hizo cambios en la decoración y en la oferta gastronómica con menús más accesibles, pero no fue suficiente. También buscó la solución en inversores, algo difícil "con los tiempos que corren".
El anuncio del cierre de Can Fabes tuvo amplio impacto en el ambiente gastronómico de España, algunos de cuyos integrantes mostraron su tristeza y preocupación porque la crisis está haciendo desaparecer "restaurantes que han hecho a la historia gastronómica" del país.
