SANTIAGO.- Si bien hasta ahora sigue siendo el tipo de cambio una de las mayores preocupaciones de las empresas, la estabilidad política surge como un nuevo polo de aprehensiones, al subir aceleradamente de 8,7% del total de menciones en marzo a casi un 20% en junio, según la encuesta trimestral que publica la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).
La entidad sostiene que el protagonismo que toma el factor político se debe al proceso eleccionario que vive el país, destacando que en episodios similares, no se observó tal proceso expansivo en el factor político, “lo que puede estar sugiriendo en la actualidad el desarrollo de un nuevo plano de aprehensiones, referido a cambios de orden institucional con implicancias sobre el potencial de crecimiento de largo plazo”.
El aumento del factor político como fuente de preocupación empresarial es un fenómeno transversal, que se observa tanto en pequeñas como en grandes empresas, alcanzando valores muy similares. En las grandes empresas el porcentaje de menciones asciende a 20,2%, en las medianas, a 20,7% y en las pequeñas, a 18,9%.
Como mencionamos anteriormente, el tipo de cambio se mantuvo por segundo trimestre consecutivo como la principal preocupación entre las empresas, absorbiendo el 23% de las menciones, por sobre el 19,7% de marzo último. Este porcentaje es además el más alto observado desde fines de 2010, período en que se manifestó la crisis de la zona Euro.
La mayor incidencia del tipo de cambio como fuente de aprehensiones en las empresas es atribuible fundamentalmente a la mayor volatilidad de su cotización, lo que contribuye a acentuar la habitual incertidumbre que este precio clave representa para los ingresos de las compañías.
Por tamaño de empresas, son las pequeñas las que se muestran más afectadas por el tipo de cambio, con un 22% de las menciones en junio (12% en marzo), lo que revela una mayor fragilidad de este segmento ante un aumento de la volatilidad en el valor de la divisa.
Aumenta preocupación por menor nivel de demanda y estabilidad económica.
La preocupación por el comportamiento de la economía local se ve reflejada en dos ámbitos diferentes, que son el comportamiento de la demanda interna y las aprehensiones respecto la estabilidad económica local. Ambas son consistentes con la fase de desaceleración del ciclo y con una percepción de menor crecimiento económico en los próximos trimestres.
En particular, los temores referidos al nivel de la demanda interna se duplicaron entre marzo y junio, desde 3,1% a 6,9%. Las mayores aprehensiones por este aspecto provinieron de los sectores de servicios, es decir, servicios de construcción de transporte y servicios a personas y empresas, que están básicamente vinculados al gasto interno, en los cuales se elevó su porcentaje de menciones desde 2,8% a 7,9%. Las pequeñas empresas denotan también una preocupación creciente por este aspecto, al elevar su incidencia a 9%, desde un 0,7% en marzo último.
En la misma dirección se encauzó la preocupación por la estabilidad económica interna, la que duplicó el porcentaje de menciones, de 5,5% a 11,8%. En este caso se aprecia una importante divergencia según tamaño de empresa, ya que en aquellas de menor tamaño las menciones subieron a 16% del total, en tanto que en las grandes fue de sólo 10%.