La directora gerente del FMI, Christine Lagarde.
EfeWASHINGTON/NUEVA YORK.- La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, retiró una propuesta de apoyar a Argentina en la batalla legal que el país libra en relación con su deuda impaga y mencionó la oposición de los Estados Unidos, el mayor accionista del fondo.
La decisión llega tres días después de que Lagarde dijera que había recomendado que la junta del FMI presentara su primer amicus curiae ante la Corte Suprema de los Estados Unidos en apoyo al pedido de Argentina de una revisión del fallo de un tribunal inferior. El caso se relaciona con los acreedores que no aceptaron la reestructuración de la deuda luego del impago argentino de US$ 95.000 millones en 2001.
La recomendación de la directora gerente suponía un respaldo de los Estados Unidos, ya que "no sería apropiado que el FMI presentara ese informe sin contar con ese apoyo", dijo el FMI en una declaración por correo electrónico. "Al Fondo le siguen preocupando las grandes implicaciones sistémicas que el fallo del tribunal inferior podría tener en el proceso de reestructuración de deuda en general".
El país sudamericano sostiene que una corte federal de apelaciones en Nueva York se equivocó cuando dictaminó en octubre que no se podía pagar a los inversores que aceptaron la reestructuración de la deuda argentina a menos que se pagara también a los tenedores de bonos impagos que rechazaron el plan. Esos acreedores están encabezados por Elliott Management Corp., del multimillonario Paul Singer, y su división NML Capital Ltd.
El FMI dijo que Lagarde tomó la decisión luego de que los Estados Unidos dijeran que "a esta altura" ya no apoyaba la presentación del informe.
Realidad política
"Es algo incómodo, pero coherente con la toma de decisiones por consenso que caracteriza al FMI", dijo Domenico Lombardi, director del programa de Economía Global del Centro para la Innovación y la Gobernanza Internacionales, que tiene sede en Waterloo, Canadá. "Sin duda se trata de un caso que muestra la realidad política en la que operan las organizaciones internacionales y cómo esas limitaciones acotan su efectividad institucional".
Al solicitar a la Corte Suprema que tomara el caso, Argentina sostuvo que el fallo del tribunal inferior "representa una intromisión sin precedentes en las actividades de un estado extranjero en su propio territorio, lo que plantea importantes problemas de relaciones exteriores para los Estados Unidos".
El gobierno de Obama dijo la semana pasada que no presentará a esta altura un informe instando a la Suprema Corte a escuchar la apelación argentina. Los jueces podrían pedir la opinión del gobierno antes de actuar en el caso, lo que podría dar al gobierno otra oportunidad de hacer una recomendación. El gobierno apoyó a Argentina en la corte de apelaciones.
"Sin duda es un tema delicado en términos políticos, y la actitud conservadora es no presentar un informe en este momento", dijo Anna Gelpern, una profesora de derecho de la Universidad de Georgetown en Washington e investigadora del Instituto Peterson de Economía Internacional, dijo en entrevista telefónica. "Por lo que parece, el fondo ha decidido que, en el plano político, lo más sensato por el momento es mantenerse al margen".