Tras protestas, el gobierno brasileño confirma presupuesto para tren de alta velocidad

BRASILIA.- El gobierno brasileño informó este viernes que tiene reservado en su presupuesto de 2014 recursos por 267 millones de reales (unos 116 millones de dólares) para el tren de alta velocidad entre Río de Janeiro y Sao Paulo que serán usados en el proyecto ejecutivo de la obra pese al aplazamiento de la licitación.

El uso de esos recursos fue confirmado cuatro días después de que el ministro de Transportes, César Borges, anunciara un aplazamiento "de por lo menos un año" de la licitación para adjudicar la que será la primera línea de tren de alta velocidad de América Latina.

Los consorcios interesados tenían plazo hasta este viernes para entregar sus ofertas, pero el gobierno decidió aplazar la licitación por petición de un grupo de empresas españolas y de otro de alemanas, que querían más tiempo para definir sus propuestas.

Borges aseguró que, pese a ese aplazamiento, el Gobierno seguirá trabajando en el proyecto ejecutivo del tren de alta velocidad.

"Lo máximo a ser gastado en 2014 es 267 millones de reales", afirmó el ministro en declaraciones a periodistas.

El funcionario aclaró que lo previsto en el presupuesto podrá ser usado o no dependiendo de las diferentes licitaciones que sean realizadas para darle continuidad a la planificación del proyecto.

Agregó que otros recursos podrán ser agregados al presupuesto en los próximos años para los estudios técnicos dependiendo de la necesidad y dijo que el Gobierno no tiene una previsión de cuánto podrá costar el proyecto ejecutivo.

Según una versión divulgada esta semana por el diario O Globo y basada en cálculos del presidente de la estatal Empresa de Planeamiento y Logística (EPL), Bernardo Figueiredo, Brasil gastará 1.000 millones de reales (unos 435 millones de dólares) en el proyecto ejecutivo así el tren no salga del papel.

"Les puedo asegurar que no gastaremos eso. Nunca llegaremos a ese número", dijo el ministro.

Pese a que el ministro reiteró que el aplazamiento fue necesario para darle tiempo a las empresas interesadas a organizar sus consorcios, versiones de prensa indican que el Gobierno considera que la actual coyuntura política no es favorable para la obra.

Además de las protestas de millones de brasileños por mejores servicios públicos y contra el despilfarro de recursos en obras que no son prioritarias, Brasil tendrá elecciones presidenciales, regionales y legislativas en octubre del próximo año.

Borges insistió hoy en que el Gobierno no ha desistido del proyecto y que el cronograma de la obra no será modificado.

"El Gobierno aplazó el proyecto por no renunció al mismo. El proyecto va a andar. No tenemos duda de que Brasil necesita y va a tener un tren de alta velocidad entre Río de Janeiro y Sao Paulo", dijo.

Con el cronograma confirmado, la previsión es que la línea férrea, que tendrá una longitud total de 511 kilómetros y un costo de cerca de 35.000 millones de reales (unos 15.217 millones de dólares), comience a operar en 2020.