MADRID.- La morosidad de los bancos españoles alcanzó un nuevo récord histórico en julio, un 11,97% del total de los créditos, señal de la fragilidad persistente del sector, a pesar del rescate europeo, según cifras públicadas este miércoles.
Esta morosidad, especialmente presente en el inmobiliario (créditos a promotores y particulares que podrían no ser devueltos), suponían 178.663 millones de euros en julio, es decir, 2.000 millones más que en junio, anunció el Banco de España.
En junio, la tasa de morosidad había sido del 11,63% del total, según las cifras revisadas publicadas este miércoles.
Índice de vulnerabilidad de los bancos, la morosidad empezó a subir en el balance de todas las entidades financieras del país tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008.
Muy fragilizado por esta burbuja, el sector bancario se beneficia de un plan de ayuda europeo acordado en junio de 2012, que supuso la inyección de 41.300 millones de euros. En el marco de este rescate, España creó un denominado "banco malo", Sareb, para liquidar los activos tóxicos inmobiliarios de los bancos.
Por primera vez en 17 meses, la tasa y el monto de la morosidad había bajado en diciembre tras el traspaso de los activos tóxicos de cuatro bancos nacionalizados a Sareb. Pero, desde entonces, ha vuelto a emprender un camino al alza y se mantiene en un nivel récord desde el comienzo de este tipo de estadísticas en 1962.
Durante la anterior gran crisis económica y bancaria en España de los años 90, la morosidad alcanzó un récord del 9,15% en febrero de 1994, ampliamente superado ahora.
Aunque España se beneficia de una clara calma en los mercados respecto a las difíciles condiciones de hace un año, con una notable reducción de sus costes de financiación, tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como la Comisión Europea recordaron en julio el delicado contexto económico en que se mueve el país, inmerso en la recesión desde mediados de 2011 y que registra un tasa de desempleo récord del 26,26% de la población activa en junio.