Una planta de stevia.
AFPATLANTA.- Finalmente, vuelven a la vida las máquinas procesadoras que alguna vez quedaron botadas dentro de la que fue una sede de operatoria de tabaco en Alma, Georgia. Y este depósito, que aún tiene olor a hojas de tabaco y humo de cigarrillo, se va volviendo un polo para un dulce cultivo: la stevia.
Un lustro atrás se aprobó el uso comercial de los extractos de stevia en Estados Unidos, que rápidamente sustituyen el azúcar en una población ávida de adelgazamiento y en la que desea evitar el consumo de alternativas artificiales. El endulzante natural sin calorías que, en su mayoría, crece en China y América del Sur, genera la oportunidad para los agricultores y procesadores estadounidenses que quieren compensar la merma en la demanda de tabaco y hacer negocios con Cargill Inc. y Coca-Cola Co.
Algún día, la stevia bien puede dirigir casi un tercio del mercado global de endulzantes dietéticos de US$ 58.000 millones, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que cita Stevia First Corp., de Yuba City, en California. En contraste, el volumen de producción de tabaco descendió a la mitad durante los últimos 20 años. Dado que ambos cultivos tienen cuidados semejantes, las procesadoras instan a los agricultores a cambiar en pro de la producción de stevia.
"Recuerdo hace 25 años, cuando acá había 300 agricultores de tabaco", dice Julian Rigby, de 62 años, agricultor que actualmente muda los cultivos tabacaleros por campos con stevia, durante una entrevista que se le hizo en el edificio de Alma. "Hoy hay solo uno".
La stevia y el tabaco tienen mucho en común. Crecen en climas y terrenos semejantes. Se cosecha ambos cultivos por corte de sus raíces y se los seca para poder usarlos. La stevia recibe su nombre del botánico del siglo XVI, Petrus Jacobus Stevus, según informa la British Broadcasting Corp. (BBC).
En general, segura
La administración estadounidense de alimentos y medicamentos (en inglés, la USDA) "reconoce que, en general, son seguros" determinados extractos de la stevia. La hoja entera de la stevia o los extractos sin tratamiento (en crudo) todavía no tienen autorización para que se los pueda usar como aditivo alimenticio, a causa de que existe una investigación que arroja dudas sobre los posibles efectos de estos en la glucosa en sangre, como también en el sistema reproductivo, en el cardiovascular y en el renal, según la FDA.
Los elaboradores de alimentos, que combaten la reacción negativa contra el azúcar, la grasa y la sal después de que la tasa global de obesidad se inflara durante las últimas décadas, ahora usan la stevia para endulzar el jamón Smucker, las mezclas para preparar bebidas Crystal Light y hasta el ron Malibu Spiced. El endulzante, que los aborígenes guaraníes de la selva paraguaya usaron por centurias, suele mezclarse con azúcar en los establecimientos elaboradores de alimentos, a fin de reducir el conteo de calorías al tiempo que cortan el regusto amargo que los fabricantes no habían podido eliminar del todo.
Babidas gaseosas
Coca-Cola le pone stevia a más de veinticuatro productos en todo el mundo, entre los que se cuentan la Sprite y la Fanta de algunos países europeos, a fin de reducir las calorías en un 30%. La Coca-Cola Life, que está endulzada con stevia, se lanzó hace poco en Argentina con una etiqueta verde. PepsiCo pone stevia en la gaseosa Next Cola en Australia, en algunos jugos Tropicana de naranja y en la bebida saborizada SoBe Lifewater.
Uno de los mercados más grandes de la stevia es Estados Unidos, dijo Mark Brooks, director de negocios mundiales de Truvia, que es la marca de stevia perteneciente a Cargill, que tiene su sede en Minneapolis. Cerca de 55 millones de hogares estadounidenses compraron un producto con stevia el año pasado, dijo Brooks y citó los datos de marzo que elaboró Nielsen. En la actualidad, Truvia es el sustituto del azúcar más vendido en Estados Unidos, tras la Splenda, que multiplicó en más del doble su participación en el mercado.
Aun así, la gran mayoría de la stevia del mundo, que es una planta de hojas verdes semejante a un arbusto pequeño, se cultiva y procesa en China y América del Sur. Mayormente trabajando a mano, se cosechan las hojas separándolas de las raíces y luego, en establecimientos especiales, se las procesa para extraer rebaudiósido A, que es un compuesto cientos de veces más dulce que el azúcar. Brooks dijo que recibiría con beneplácito que hubiera más producción en Estados Unidos.