LISBOA.- El Primer Ministro portugués, Pedro Passos Coelho, alertó hoy de que es necesario "ir más lejos" en la reducción del gasto público y mantuvo su apuesta por la disciplina y la austeridad en los próximos años.
"Necesitamos ir más lejos en la reducción permanente del gasto público", dijo el primer ministro en la apertura del Congreso Nacional de Economistas que se celebra en Lisboa bajo el lema "Reinventar Portugal en la economía global".
Según Passos Coelho, el país está ya en la recta final del programa de ajustes pactado tras su rescate y ahora "tenemos que preparar ya nuestro futuro 'post troika'".
La disciplina y la responsabilidad presupuestaria, añadió, son los caminos a seguir en los próximos años.
Ante la próxima presentación de los presupuestos del Estado para 2015, Passos Coelho recordó que incluirán algunas medidas que responden a los compromisos adquiridos con los acreedores internacionales y que pueden nuevamente generar un "choque" de expectativas.
En este sentido, pidió a todos los actores del debate público, incluidos los economistas, que no contribuyan a alimentar ese choque y, en consecuencia, a comprometer "injustamente" y de forma desproporcionada los méritos y éxitos del programa de ajustes.
"Hay que resistir la tentación" de ceder a propuestas demagógicas y a soluciones milagrosas, y hay que ser conscientes de la realidad del país, agregó.
Es "imperativo" no confundir los deseos con la realidad en "tiempos muy difíciles", según Passos Coelho, quien expresó su confianza en que el país "dará ejemplo a Europa y al mundo".
En el mismo acto también tomó la palabra el gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, quien advirtió de que el desempleo, situado en agosto pasado en el 16,5 %, va a continuar siendo elevado en Portugal.
"El gran desafío de la economía portuguesa", dijo Costa, será resolver el desempleo estructural.
Las advertencias de Costa y el primer ministro luso se producen días después de que la troika (integrada por técnicos de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) diese su visto bueno a la octava y novena evaluación del plan de ajustes bajo el que se encuentra Portugal desde la concesión del rescate en 2011.