BRUSELAS.- La Comisión Europea (CE) ha propuesto hoy cobrar a la aviación internacional por el CO2 que emite en el espacio aéreo europeo a partir de enero, pero ha incluido algunas excepciones.
La propuesta de la CE, que obliga a adaptar el sistema europeo de comercio de emisiones, se produce después de que la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) se comprometiese a cerrar un acuerdo global para reducir las emisiones de este sector en 2016 que entraría en vigor en 2020.
Entre las excepciones figura que esa tasa solo se aplicará al espacio aéreo europeo y que no se impondrá a los países en desarrollo que emitan menos del 1% de las emisiones globales de la aviación.
Bruselas recalcó, no obstante, que esas excepciones sólo se extenderán hasta 2020, la fecha en que debe aplicarse el acuerdo global de la OACI.
"Europa debe insistir en su derecho soberano de regular la aviación en su propio espacio aéreo y por eso hacemos esta propuesta", señaló en rueda de prensa la comisaria europea de Cambio Climático, Connie Hedegaard, quien confió en que los países de fuera de la UE a quienes afecta la medida respeten la decisión de la UE.
La tasa verde a la aviación internacional, que debía aplicarse según la legislación europea desde 2012, tuvo que ser suspendida de manera temporal para evitar una guerra comercial con EE.UU., Rusia, China y la India.
La UE, que ya cobra esa tasa a las aerolíneas europeas por las emisiones de dentro de su territorio, tenía previsto retomarla a más tardar en abril del año que viene.
Sin embargo, tras el acuerdo de la OACI ha preferido adelantar su aplicación a enero, aunque no se aplicará como estaba previsto anteriormente al trayecto completo entre punto de destino y aterrizaje, sino sólo al espacio aéreo europeo.
El Ejecutivo comunitario ha pedido hoy al Parlamento Europeo y al Consejo de la UE -donde están representados los Estados Miembros- que aprueben la propuesta antes de marzo del año que viene para que los operadores aéreos tengan claridad legislativa lo antes posible.