LISBOA.- La patronal portuguesa se pronunció hoy sobre el debate que existe en el país acerca del aumento de la edad de jubilación que recogerán los Presupuestos de 2014, y consideró que 66 años es "el máximo admisible".
Así lo señaló su presidente, Antonio Saraiva, quien destacó que hablar de un edad superior es "pura ficción" y recordó que retrasar la edad a la que un trabajador puede retirarse sin penalización económica en su pensión tiene también efectos negativos, como dificultar el rejuvenecimiento de las plantillas.
"Hay dudas de interpretación sobre si la jubilación se fija a los 66 o si, a través de la aplicación del factor de sostenibilidad -de las pensiones- pasa a 67 años, pero para nosotros los 66 debería ser el valor máximo", explicó.
Saraiva participó hoy en una reunión en concertación social junto a sindicatos y representantes del Gobierno conservador luso para tratar su propuesta, incluida en el proyecto de Presupuestos para 2014.
El portavoz de los empresarios portugueses puntualizó que la idea de retrasar la jubilación parte del Ejecutivo a instancias de la troika -Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional-, que exige al país el cumplimiento de un severo programa de ajustes como contrapartida por su rescate financiero.
Saraiva informó de que la patronal ha presentado al Ejecutivo una serie de medidas adicionales al aumento de la edad de jubilación "para permitir que aquellos que quieran dejar de trabajar antes puedan hacerlo sin penalización" en su pensión.
"Entendemos perfectamente que hay que garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, pero tenemos que dar alguna contrapartida a los jóvenes que se encuentran en el desempleo", insistió.
Portugal, que cerrará 2013 por tercer año consecutivo en recesión, presenta la quinta tasa de paro más alta de toda la UE, en torno al 16,5%, y el desempleo joven se sitúa en el 36,8%, según los últimos datos facilitados por las autoridades europeas.