MADRID.- El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado que la banca española está "tranquila" con los futuros test de estrés que llevará a cabo el Banco Central Europeo (BCE) antes de asumir la supervisión del sector, y ha subrayado que estas pruebas servirán para "despejar cualquier incertidumbre sobre la solvencia" del sector financiero español.
Durante su primera intervención ante el Pleno del Congreso para explicar las conclusiones del último Consejo Europeo, el presidente ha señalado que los pasados 24 y 25 de octubre se "constataron avances" y se "renovaron compromisos" con una mayor integración europea, que es "esencial para la recuperación".
Así, en materia de unión bancaria, ha expresado su "satisfacción" por la aprobación de los reglamentos para construir el Mecanismo Único de Supervisión que asumirá el BCE a partir del próximo otoño, después de los test de estrés "para hacer más transparente" la situación de la banca y "reforzar la confianza" en ella.
"Se trata de un ejercicio similar al que España hizo en 2012, durante la reestructuración del sistema bancario. España está tranquila con este ejercicio que servirá para despejar cualquier incertidumbre sobre la solvencia de nuestra banca y para situarla en la perspectiva de la banca europea", ha subrayado.
Recapitalización directa
A renglón seguido, Rajoy ha hecho hincapié en la necesidad de que el Eurogrupo acuerde las directrices del funcionamiento del mecanismo de recapitalización directa (MEDE) antes de fin de año de tal manera que pueda comenzará a funcionar lo antes posible y que "tenga la posibilidad de recapitalizar los bancos directamente".
Además, el Consejo Europeo también ha acordado solicitar a la Eurocámara que antes de fin de año adopte la directiva de rescate de las entidades financieras y de garantía de los depósitos, para que todas las propuestas sobre el MEDE puedan aprobarse durante esta legislatura del Parlamento comunitario.
"Seguimos avanzando en la ruta trazada para conseguir una unión bancaria plena. Los avances son quizás algo lentos pero, desde luego, en la dirección correcta", ha insistido, subrayando que también se mantiene el compromiso de los líderes europeos con el resto de líneas de avance en el diseño de la UE que se definieron hace un año: la coordinación de la política económica, la dimensión social de la UE, los acuerdos contractuales para fomentar la competitividad y el crecimiento, y los mecanismos de solidaridad para reforzar esas políticas.
"En estas cuatro áreas hay que tomar decisiones a final de año. Aunque tímido, es un avance. El deseo de España es una hoja de ruta de integración más ambiciosa y profunda. Mientras, nosotros seguimos haciendo nuestra tarea con reformas estructurales necesarias y acompasándola con la consolidación fiscal", ha concluido el presidente.