SAN FRANCISCO.- Twitter ha creado una plaza digital que rebosa de actividad pero está llena de huecos financieros. Siete años después que su cofundador Jack Dorsey enviara el primer tuit a través del servicio de mensajes, más de 500 millones de mensajes se comparten a diario por todo tipo de personas, desde el Dalai Lama hasta Justin Bieber.
Pero nada de eso se ha traducido en ganancias, ni se espera que lo haga pronto.
Mientras Twitter se prepara para completar su salida a bolsa esta semana, el historial de pérdidas de casi 500 millones de dólares de la empresa de San Francisco provoca interrogantes sobre su capacidad de convertir un fenómeno cultural en un negocio sustentable.
La salida a bolsa de Twitter promete ser otro hito en la evolución de internet de un territorio exclusivo de los conocedores de la informática a una fuente de innovación que cambie el mundo y un nivel de riqueza alucinante.
En ese sentido, el debut de la compañía en el mercado de valores es parecido al de dos rivales: Facebook, líder de la mensajería en internet, que salió a bolsa hace casi 18 meses, y el motor de búsqueda líder de su segmento, Google Inc., que llegó a Wall Street en 2004.
Pero Facebook y Google ya eran rentables cuando salieron a bolsa. En comparación, Twitter se presenta como un ejemplo de finales de los años 90, una época más peligrosa en materia de inversión en internet, cuando cientos de compañías punto com completaron su salida a bolsa sin siquiera haber ganado un centavo.
"Tienen una base interesante que desarrollar, pero un negocio atractivo con muchos usuarios no necesariamente genera ganancias", dice James Gellert, director general de Rapid Ratings, un servicio de suscripción que estudia la salud financiera de las compañías.
Rapid Ratings le da a Twitter una calificación financiera de 19 en una escala de 100. Gellert dice que entre 1991 y 2011, el 90% de las empresas que han dejado de pagar su deuda recibieron una calificación de 40 o menor. En comparación, Rapid Ratings calificó a Facebook con un 73 poco antes de su salida a bolsa en mayo de 2012, y le dio 80 a Google antes de su llegada al mercado en agosto de 2004.
Con 23 millones de usuarios y una salida a bolsa valorada en un máximo de 2.000 millones de dólares, es poco probable que Twitter se desplome con tantas otras empresas del sector hicieron tras estallar la burbuja de los punto com en 2000. Hay tantos inversionistas con optimismo sobre la compañía que el lunes Twitter aprovechó la demanda de sus acciones y aumentó el precio proyectado de la salida a bolsa de 23 a 25 dólares por título, de un objetivo inicial de entre 17 y 20 dólares.
A pesar de ese entusiasmo, Twitter enfrenta varios obstáculos, que van desde una gran proporción de usuarios fuera de Estados Unidos --que generan menos ingresos que sus contrapartes estadounidenses-- hasta preocupaciones de un ritmo de crecimiento a la baja en momentos en que su base de usuarios es menos de una cuarta parte de la de Facebook.
Aunque ambas compañías compiten por la atención y los mensajes, Twitter y Facebook funcionan de manera diferente.
Facebook da a los usuarios control sobre quién entra a su círculo social y cuáles pueden ver mensajes específicos. En Twitter se puede seguir a todo el mundo, sea una personalidad, un político, una estrella deportiva o un adolescente, que tenga una cuenta. Esta flexibilidad hace de Twitter un libro abierto que todos pueden leer. Pero a diferencia de Facebook, Twitter restringe cada mensaje a no más de 140 letras.
Pero esa apertura ha dejado al servicio con un problema de identidad. Mientras que Facebook es conocido por conectar a amigos y familias, y LinkedIn es el servicio para explorar oportunidades profesionales, el propósito de Twitter es más difícil de definir, dice Scott Kessler, analista de S&P Capital IQ.
En los documentos de salida a bolsa, Twitter destaca la simplicidad, accesibilidad y espontaneidad de su servicio, y los presenta como una gran conversación. Brian Blau, analista de Gartner, opina que muchas personas lo consideran una "línea de fiestas".
La analogía de Blau es adecuada. Mucho antes de Twitter, las fiestas eran una línea telefónica compartida por muchos suscriptores. En las zonas rurales, todo un pueblo podía compartir una línea de fiestas y otros usuarios podían levantar el teléfono y escuchar o sumarse a la conversación.
Pero Twitter tendrá que encontrar la manera de conseguir más usuarios para sobreponerse a la timidez de muchos, para que aumenten su actividad en línea y se conviertan en blancos más atractivos para los anunciantes. Según una reciente encuesta de The Associated Press y CNBC, 29% de los que tienen cuenta en Twitter nunca tuitean.